Hace 80 años, nuestro Líbano logró su independencia y soberanía; este pueblo a pesar de los desafíos y las adversidades que ha enfrentado, sigue siendo un pueblo fuerte, diverso, lleno de esperanza y comprometido con la justicia, la paz, la inclusión y la igualdad.
El país ganó su independencia estableciendo un sistema político único, el Confesionalismo entre comunidades religiosas, lo que le valió que el Papa San Juan Pablo II dijera que el Líbano es más que un país “es un mensaje de libertad y un ejemplo de pluralismo para Oriente y Occidente”.
La independencia es un valor fundamental que se debe defender y proteger. Base de la libertad, la democracia y la soberanía, lo que permitirá tomar decisiones y determinar el propio futuro. Por la cual se debe luchar por mantener cada día su integridad territorial, su pluralismo, su democracia y la unión de todos los que la integran.
A pesar de la crisis política, social y económica que ha afectado al país durante los últimos años, el pueblo libanés ha demostrado una gran resiliencia y solidaridad. Se han superado muchos obstáculos en el pasado y se pueden superar los desafíos actuales. Debemos recordar que los libaneses somos fuertes y luchadores al igual que la diáspora libanesa que ha contribuido significativamente al desarrollo y la prosperidad del Líbano y de muchos países en todo el mundo.
Este año que celebramos el 80° Aniversario de la Independencia de la República Libanesa, renuevo mi compromiso de honrar a nuestros antepasados y expresar mi respeto a toda la gran Familia Libanesa del mundo. Rogando: “Dios salva al Líbano y a sus habitantes”, y que vuelva a resurgir victoriosamente, una vez más, como el ave fénix.
“Viva el Líbano, libre, soberano e independiente”.
DNI 12.187.079
