En estos tiempos de pandemia se lucha, con mayor o menor acierto, con todo lo que se puede para derrotarla y acabar con ella cuanto antes y se lo viene haciendo con prevención, acciones, abstenciones, aislamiento, distanciamiento y búsqueda de tratamientos y de vacunas.
Y además, con todo un conjunto de hábitos (y palabras) que hemos incorporado a nuestra vida cotidiana.
En estas horas se arriesgan hasta plazos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está hablando de dos años, para que se logre finalmente la inmunidad del rebaño.
Rebaño aquí se estaría aplicando al grupo de gente que no es otro sino la población mundial.
Hablar de rebaño remite principalmente a ovejas, pero también remite a la figura tan usada en nuestra tradición judeo-cristiana, es decir a “la congregación de fieles o creyentes respecto a sus pastores espirituales”.
En nuestro país creo que la gran mayoría está principalmente ocupada en que en el tiempo más breve posible y con el menor costo para nuestras vidas, se logre aquella inmunidad del rebaño, aunque pareciera que hay también algunos que están principalmente ocupados en lograr la impunidad de sus “pastores”.
Oscar Gordillo
DNI 16.011.691