El licenciado Enrique Vaquié manifestó que lo que la Nación le está reconociendo a Mendoza por el daño infligido por la Promoción Industrial es apenas el 10%.
También, en diario Los Andes del 25 de abril, cuyo titular es “Por falta de plata y obras, la mitad del agua disponible se pierde” manifiesta que “tenemos que acostumbrarnos nuevamente a empezar y terminar los proyectos”.
Coincido totalmente.
Pero, ¿qué queda entonces para el Aprovechamiento Integral del río Mendoza, que se quedó con solamente el Proyecto Múltiple Potrerillos? Que es el último eslabón de ese proyecto cuya primera versión data de 1950.
Los responsables del destino de los 1.000 millones de dólares que la Nación le está reconociendo a Mendoza, debieran poner atención en lo que manifiestan los titulares del Departamento General de Irrigación y de AySam, en la mencionada página.
La obra Portezuelo del Viento beneficia a 5 provincias: Buenos Aires, La Pampa, Río Negro, Neuquén y Mendoza.
O sea que no le están reconociendo a Mendoza 1.000 millones de dólares, sino apenas 200 millones.
Es una obra que debe financiar la Nación, que además esta obra no contempla el trasvase del río Grande al Atuel.
Faltaría conocer lo que manifiestan los responsables de las plantas potabilizadoras, que no poseen instalaciones suficientes para tener reservas que les permitan soportar cortes de agua aunque sea por algunas horas.
También faltaría escuchar a los que por las rutas provinciales deben transportar la economía mendocina.
Pero pese a todas estas falencias que son de suma importancia, nos vamos a dar el lujo de realizar con nuestro dinero una obra que beneficia a otras 4 provincias, mientras que la infraestructura que heredamos de nuestros mayores se está cayendo a pedazos.
Con el actual derrame que tiene el río Grande, si Portezuelo del Viento estuviese construido no se podría embalsar ni un solo hm3.
Con el trasvase estaremos duplicando el módulo del río Atuel. ¿Para qué? Si posee una ineficiencia de riego del 70%.
¡Estamos tirando a la basura 1.000 millones de dólares!
Debemos recordar que vivimos en un desierto y nuestros gobernantes no le están dando al agua el valor que tiene.