La soberbia es un gran enemigo de los científicos. La Ciencia avanza, y ese avance implica indefectiblemente un mejoramiento del conocimiento previo. Esto significa que muchas propuestas o explicaciones serán en algún momento dejadas de lado por la aparición de otras más aceptables.
Por eso es imprescindible que los científicos tengamos el grado de humildad necesario para asumir que nuestros estudios, más tarde o más temprano, pueden ser superados.
El arquitecto Jorge Ricardo Ponte se ha sentido afectado porque una investigación basada en miles de documentos históricos corrige la ubicación de las acequias huarpes por él sugerida, y su débil, triste y desafortunada respuesta reúne una serie de agravios hacia los investigadores involucrados.
Ante esto, sólo puedo instar al lector interesado a leer nuestros trabajos citados en la nota del 18/5 y los de Ponte, y a sacar luego sus propias conclusiones.
Con respecto a Ponte, no es éste el lugar para discutir los numerosos y gruesos errores de sus trabajos y de su nota del 25/5.
Dada su principal preocupación, espero además que esta controversia no afecte la venta de sus (parcialmente erróneos) libros.
Sólo le envío un cordial saludo y le recuerdo que la importancia de su trayectoria como científico de ninguna manera se ve empañada porque algunas de sus ideas terminen siendo incorrectas. De eso se trata precisamente la Ciencia, y sólo resta a nuestro colega darse el baño de humildad que le permita asumirlo.
* Alejandro García. Arqueólogo. Investigador Conicet.