Sólo los grandes pueden escribir sin acentuar la exhortación de prudencia ante los tiempos extremos, cuando en realidad sentimos que se agotan los argumentos.
Cuando Fritjof Capra, físico austríaco, planteó la necesidad de un cambio de paradigmas para la resolución de los grandes problemas globales, vio la necesidad de un cambio de percepción para afrontar de una manera sistémica las transformaciones actuales; es decir, poder contemplarlos en un contexto más amplio, bajo una red de relaciones donde nada puede ser entendido por sí mismo, en forma aislada, sino por su pertenencia a la infinita danza de la creación, interconectados e interdependientes.
No tendríamos que llegar al sufrimiento extremo.
Ninguna razón es suficiente, si supiéramos valorar nuestro origen.
Pero, ¿quién puede asegurarlo?
Algo ha mutado, al punto que ni el relato ancestral de la experiencia, ni la experiencia en sí, parecería darnos el sentido de nuestra existencia.
Tenemos una historia que nos precede, una herencia que nos vincula a las raíces más profundas de lo viviente. El secreto está allí, en el legado de familia de nuestro tiempo.
* Liliana Bandini. DNI 10.501.180. Luján de Cuyo.