El intento de asesinar a la Vicepresidenta de la Nación es un acontecimiento que debe ser repudiado por todas las organizaciones políticas y publicas, debe ser condenado por la justicia e investigar a fondo que hay detrás de este “loquito”. Se ponen en juego las instituciones de la República y aquellos que fuimos perseguidos por los dictadores que establecieron un régimen de terror, como en nuestra provincia con el “gobernador” Cejuela, mataron a Benedicto Ortiz en la calle Mitre y a mi papá que lo auxilió le pegaron un tiro en la pierna.
O como me ocurrió a mí en el Acceso Este, viniendo de un asado un domingo en mi camioneta Rastrojero. Me tiran desde el puente Pécora pegando la bala en el limpiaparabrisas y hieren a mi esposa en la cara, la llevo al Hospital Central a curación y allí me quieren detener. El personal de guardia nos defiende y curan a mi esposa, me retiro, pero al otro día me echan del trabajo. Mis compañeros lograron mi reincorporación.
Reafirmar el nunca más por todos los argentinos, es una obligación democrática.
* El autor es dirigente social de Guaymallén