El gobierno nacional ha dispuesto cercenar el presupuesto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para que la provincia de Buenos Aires pueda sufragar los gastos en que incurra ,con motivo de la protesta policial.
Algunos voceros oficialistas han manifestado que tal medida les parece “justa y constitucional”. Precisamente al conmemorar al gran Sarmiento, nos vienen a la memoria los grandes logros en materia educativa, comunicacional, en infraestructura, etc. para los que dispuso de recursos genuinos sin arrebatar nada a nadie.
La buena razón indica que la nivelación en un país debe ser hacia arriba. Que las regiones más atrasadas se propulsen hacia los mejores niveles.
Sin embargo diecinueve gobernadores que han evidenciado su lamentable miseria conceptual, han aplaudido la quita y reparto, nivelando de este modo hacia abajo.
Está claro, de este modo, que la búsqueda de progreso y ascenso en el nivel de vida de los pobladores del país en base a la promoción de nuevas formas de propulsar la riqueza nacional, no forma parte del ideario de estos personajes. La situación paupérrima de los distritos que manejan estos señores es la prueba más evidente de este aserto.
Volviendo a la efemérides sarmientina, (que está relacionada con la situación expuesta), me veo obligado a comparar la presente situación con la propiciada por el ilustre sanjuanino. Él, como sabemos desarrolló una ingente labor gubernativa en base al progreso conducente a la civilización.
La nivelación hacia abajo y la exacción para repartir ,sin la menor idea de cómo crear riqueza nacional para el progreso, nos seguirá conduciendo a la barbarie, teniendo como telón de fondo el aplauso de diecinueve mediocres.
