Profesionalmente he vivido de cerca la sanidad pública, se por lo que se pasa y en pandemia más aún.
Como española, con tres hijos hispano-argentinos, y lazos afectivos con Mendoza (por eso me comunico a través de Los Andes), donde trabajé en una clínica en los 70, considero que Argentina es mi segundo país. Su gente es muy querida.
Aquí, el virus nos pilló de pronto, pero lo afrontamos y pasamos a otras fases. El confinamiento lleva a ser más conscientes del tiempo, el espacio y la propia vida; da lugar a una reflexión sobre uno misma. El tiempo se dilata y el espacio, se limita bastante, ya que no hay tanta libertad. Pero lo básico y necesario conseguimos hacerlo.
En España, entiendo, hay tres aspectos críticos: la pandemia como tal, la cuestión económica -golpeada y con mucho desempleo- y la política, ya que ponerse de acuerdo es una hazaña. Aun así, se acaba de cumplir un hito: el ingreso mínimo vital para los más necesitados, votado por total acuerdo. Las regiones, con sus características, gestionan cada vez más sus propias situaciones. Avanza el verano, esperanzados en cómo se presenta la temporada turística, vital para el país.
Raquel Calvo Movellán - DNI 12681862-F. Madrid