Ha nacido un sentido crítico en la Argentina. Ya no funciona la parafernalia para tranquilizar y manipular a la gente menos culta (sean pobres o ricos, la ignorancia no discrimina).
Se está gestando una nueva mayoría qué entiende que puede salir de la miseria material con trabajo inventivo, con labor, con maestría y con disposición de sí mismo.
Tenemos un deber, una obligación con nuestras familias, con nuestros antepasados y con nosotros mismos y es ser prósperos.
Para que tengamos prosperidad las cosas deben cambiar de manos, de manera dinámica y ordenada, donde los individuos vayan agregando valor a sus ofertas y todos podamos irnos beneficiando.
Hoy los políticos tienen paralizada la dinámica necesaria para prosperar, son ellos quienes concentran los beneficios valiéndose de impuestos, reglas en exceso y chantajes.
Para que tengamos prosperidad, no deberemos desconocer nunca más el merecimiento singular como motor económico.
El amor desproporcionado por la pobreza está terminando de desvanecerse debido a la miseria crónica, cosechada después de décadas de ingenierías sociales igualitaristas.
Debemos entonces lograr que se nos restituya el respeto y el poder, y eso no se puede hacer con los mismos de siempre.
Rodolfo Aranda. DNI 22.905.186