San Rafael del Diamante y el futuro de Mendoza

Mi sueño es que el próximo 24 de octubre se celebre la fiesta departamental y no se repita más el ridículo error del aniversario de “la ciudad”.

San Rafael del Diamante y el futuro de Mendoza
San Rafael cumple 119 años

En el Suplemento del diario Los Andes – Mza-, lunes 24 de octubre 2022, San Rafael 119° Aniversario leemos: “Saludamos a la Ciudad de San Rafael por su 119° Anversario …”

Pero sucede que en este aviso, así como en las 40 pags. de la publicación, se está hablando del Departamento de San Rafael y no de la ciudad de ese nombre. Este lugar es maravilloso en cada uno de sus rincones y anhelo verlo avanzar en toda su extensión.

Por ello mi sueño es que el próximo 24 de octubre se celebre la fiesta departamental y no se repita más el ridículo error del aniversario de “la ciudad”.

Por ello mi curiosidad me llevó a visitar un par de sitios web y allí me encontré con una información errónea, confusa, pobre, situación que, hay que decirlo, a menudo surge de fuentes igualmente confusas.

Ejemplo: en “Datos del Departamento”” dice: “creación 2 de octubre de 1903″ y luego indica que el Gobernador Anzorena en 1892 le restituyó el nombre de San Rafael, que había sido sustituido por el de 25 de mayo.

No me extenderé sobre el particular. Ciertamente es muy difícil abreviar la historia de un territorio tan extenso, pero la fundación del 2 de abril de 1805 en el lugar que fue la cabecera departamental hasta su traslado a la Colonia Francesa y que hoy se llama Villa 25 de Mayo, en 1903, no ofrece dudas.

Lo curioso es que nadie apunta la fecha de la creación del departamento. Creo recordar que es 1874 pero bastará con averiguarlo en el Archivo de la Legislatura de Mendoza y consignarlo.

Sabemos que su integración territorial varió a lo largo de sus 217 años, Y se define recién en 1950 con la creación de Malargüe, pero, insisto, la belleza y la grandiosidad de su territorio, la epopeya colonizadora y la reconocida inteligencia de sus habitantes, “se merecen un mejor relato”.

El segundo tema surge de un mal que afecta a toda la provincia. A ese mal le llamo “cerebro municipal” y tenemos que corregirlo y volver al espíritu de grandeza, actuar a tono con ella, no pulverizarla.

En 1872 el Ingeniero Robert Crawford recorrió la cordillera de Los Andes para aconsejar sobre el mejor lugar para construir el cruce a Chile. Sabemos que se hizo por el paso de la Cumbre. La construcción del ferrocarril Trasandino y el túnel Cristo Redentor constituyeron una hazaña a nivel mundial. Pero el rigor del clima o fueron arruinando.

En 1980 se inauguró la Ruta 7 y el túnel Los Libertadores, que reemplazó al sistema anterior. Hoy nos enfrentamos a la saturación de esta magna obra. El comercio y el turismo han crecido enormemente, los camiones son gigantescos y sobre todo el daño ambiental es pavoroso.

Suceden dos cosas: 1) no se puede cruzar por la nieve, 2) si no hay nieve morimos todos.

En 1972 viví la última nevada histórica. En la boca del viejo túnel, del lado chileno, había sendas paredes de 6 m. de altura. Fue el año de la tragedia de los rugbiers uruguayos. La ruta se cortó durante 4 meses.

¿”Se entiende”? Si nieva de esa manera -y ojalá suceda- no hay cruce.

Volvamos a Crawford. El aconsejó el Paso del Planchón (Paso Vergara del lado chileno) y sigue siendo el más razonable. Se debe iniciar ya el proceso de instalación de las Aduanas y empezar a usarlo. El resto de todas las obras necesaria se organizarán según lo indique la inteligencia de los ingenieros.

Por cierto, no hay que permitir la construcción del hotel del Azufre por ser un crimen ecológico.

*La autora es escritora

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