El concepto de empresas unicornio viene resonando en el colectivo social desde hace varios años. Parece referirse a algo mágico o fantástico; sin embargo, se trata de negocios reales que aportan herramientas para el bienestar y desarrollo de las personas.
“Son aquellas compañías creadas hace menos de diez años que logran un valor de 1.000 millones de dólares -o más- a nivel mundial antes de su lanzamiento en el mercado o Bolsa de Valores. Se las considera como startups”, explica Guillermo Fuentes, contador público especializado en finanzas corporativas.
Lo que diferencia a estas unicornios de otras empresas comunes es principalmente su carácter disruptivo e innovador. Además, cuentan con la habilidad de reinventarse a diario porque logran percibir, comprender y adaptarse a la realidad. Otras características que las destacan son la fuerte inversión tecnológica, un modelo centrado en la satisfacción del cliente y valores accesibles para éstos últimos.
Estas compañías presentan a sus consumidores productos nuevos, alcanzables y útiles o que satisfacen sus necesidades, apuntándose en el mercado como las mejores opciones para los compradores.
Argentina cuenta con numerosas empresas unicornio como Mercado Libre, Globant, Despegar, OLX, Ualá, entre otras. Éstas irrumpieron en el mercado con dinámicas hasta entonces poco habituales, como el comercio electrónico, pasajes online, tarjetas prepagas y recargables, etc., cuestiones que hoy se han vuelto cotidianas.
Además, en nuestro país se desarrollan otras compañías que están en camino a denominarse “empresas unicornio”. Podrían mencionarse Ripio (criptomonedas), Onapsis (seguridad informática especializada en ciberdelitos) y Satellogic (satélites e información satelital).
Sobre la situación actual de los negocios en estas latitudes, Fuentes, quien es docente en dos facultades de la Universidad Maza (Ciencias Sociales y Comunicación; Ingeniería y Enología) afirma que “no hay terreno fértil, ya que los inversores productivos huyen del país y eso deprime los horizontes de los negocios”. Además, agrega que “la alta inflación, demasiados tipos de cambio con dólares de bajo rendimiento y una sociedad con más deseos de mantenerse a flote que adquirir productos innovadores, no son un buen caldo para el progreso”.
Más allá de ello, se comprueba que las empresas unicornios no son un mito sino una realidad, compañías emprendedoras a la cabeza de los negocios de innovación y al alcance de todos. ¿Cómo lo lograron? Guillermo argumenta que las mismas “buscan desarrollos con alto poder de llegada a los mercados y ven rápidamente necesidades insatisfechas de potenciales clientes”, una mirada que acaba tomando la delantera en una carrera siempre vertiginosa.
Entre los distintos beneficios que traen a la comunidad se destaca la generación de empleo, algo siempre necesario en una economía que empieza a ver en el formato startups una propuesta ideal.
“Basta que sean innovadoras y empáticas”, remarca como conclusión el entrevistado. Dos atributos que pisan fuerte en una época donde los consumidores buscan ser comprendidos como individuos y conseguir soluciones fáciles y rápidas.
Si no conocías sobre las empresas unicornios verás que seguramente ya has interactuado con ellas y que te interpelan en tu vida cotidiana.
