El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha mostrado firme respecto a la regulación de las apuestas deportivas en el país, advirtiendo que, si no se enfrenta adecuadamente la adicción al juego, no dudará en prohibirlas.
Esta declaración tuvo lugar el pasado 6 de octubre, en un contexto de creciente preocupación por el impacto de las apuestas en los ingresos de los hogares, especialmente en aquellos que dependen del programa de asistencia social Bolsa Familia.
Desde la legalización de las apuestas deportivas en Brasil en 2018, el mercado ha crecido de manera exponencial, posicionándose como uno de los cinco más grandes del mundo, con una ley sancionada en diciembre de 2023.
Esta legislación incluyó tanto las apuestas deportivas como los populares juegos de casino online, entre ellos las tragamonedas, desarrolladas por grandes empresas del sector. El Fortune Tiger, un juego muy popular en las redes sociales de Brasil, ha desatado controversias y debates, convirtiéndose en el centro de atención mediática y en objeto de investigaciones policiales por su promoción y sospechas de crímenes financieros.
El presidente Lula da Silva, al referirse a los impactos sociales de este tipo de juegos, destacó que muchas familias han visto sus recursos severamente comprometidos, al punto de llevarlas a la quiebra.
“Si la regulación no funciona, no dudaré en poner fin [a las apuestas] de manera definitiva”, afirmó el mandatario, en un intento de mitigar los efectos negativos que las apuestas y los juegos de casino online han generado en los sectores más vulnerables.
Un informe del Banco Central reveló que, en agosto de este año, los beneficiarios del Bolsa Familia gastaron aproximadamente 3.000 millones de reales (550 millones de dólares) en apuestas, lo que encendió las alarmas en el gobierno.
Lula expresó su rechazo a que los fondos destinados a mejorar la vida de los más vulnerables terminen en manos de empresas de apuestas, muchas de ellas internacionales.
Aunque no quiere prohibir por completo el acto de apostar, el presidente fue contundente: “No puedo permitir que las apuestas se conviertan en una enfermedad, en una adicción, y que la gente termine dependiendo de ellas. Conozco personas que perdieron su casa y su auto por culpa del juego.
En un intento por frenar el avance de las apuestas irregulares, el gobierno brasileño anunció que planea bloquear al menos 2.000 plataformas que operan de manera ilegal en el país.
Esta medida, que se espera entre en vigencia durante octubre, forma parte de una estrategia más amplia para proteger a los ciudadanos, particularmente a aquellos que usan subsidios sociales para apostar en línea.
“Estamos elaborando una regulación [para esa cuestión] y este mes de octubre estoy seguro de que al menos 2.000 páginas web van a ser bloqueadas”, indicó Lula, subrayando la importancia de proteger a los más vulnerables de la explotación por parte de estas plataformas.
La situación de Brasil no es única en la región. Argentina también ha tomado medidas para controlar el crecimiento de las apuestas ilegales. En lo que va de 2024, ya se han bloqueado más de mil sitios web que facilitaban apuestas a menores de edad, una problemática que ha crecido notablemente, especialmente entre adolescentes y jóvenes.
Estas acciones fueron coordinadas por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), que ha trabajado activamente para combatir la ludopatía juvenil en el país. De acuerdo con un informe, el 12,5% de los jóvenes argentinos de entre 15 y 24 años ha participado en apuestas online, lo que ha motivado al gobierno a intensificar los controles.
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