Entre los vectores más conocidos, el mosquito ocupa un lugar preeminente en la transmisión de enfermedades. Sin embargo, las garrapatas también desempeñan un papel crucial.Conscientes de esta problemática, investigadores de la Universidad Juan Agustín Maza han llevado a cabo un estudio epidemiológico y celular sobre la presencia de bacterias del género Rickettsia en la región Centro-Oeste de Argentina. Se trata de un proyecto de investigación enmarcado en la convocatoria PICTO 2019 Universidades de Mendoza, en donde la Universidad Maza obtuvo financiación para 7 proyectos de 23 seleccionados en total.
La rickettsiosis: una amenaza subestimada
Una de las enfermedades más relevantes transmitidas por las garrapatas es la rickettsiosis, causada por bacterias del tipo Rickettsia. Aunque estas bacterias se encuentran principalmente en garrapatas, también pueden ser transportadas por otros parásitos como pulgas, ácaros y piojos.
El Dr. Cristián Quintero, quien lidera el proyecto, explica: “El objetivo del estudio es cuantificar la presencia de bacterias rickettsiales en las garrapatas de la región. Estudios generales indican que solo entre el 3% y el 5% de las garrapatas portan esta bacteria, por lo que queremos verificar si Mendoza se encuentra dentro de estos niveles normales de distribución”.
Buscando la presencia de bacterias rickettsiales en garrapatas
Para estudiar el porcentaje de garrapatas que portan la bacteria, se pueden estudiar poblaciones de garrapatas a campo, mediante el uso de tramperos, o sobre garrapatas que están parasitando animales.
“Nuestro estudio comenzó analizando la población de garrapatas extraídas de canes que asistieron a campañas de vacunación municipales y a veterinarias pertenecientes a departamentos de la zona correspondiente al Gran Mendoza (Ciudad, Luján De Cuyo, Godoy Cruz, Guaymallén)” informó el Dr. Quintero, quien además explicó: “En primer lugar se realizó una caracterización de las garrapatas siguiendo las claves taxonómicas de referencia. De los individuos observados (439), el 94,46% correspondían al género Rhipicephalus sanguineus, de los cuales el 43.96% eran hembras y el 50,5% machos. El restante 5,48% se identificó como Amblyomma tigrinum, de los cuales el 3,89% eran hembras y solo el 1,59% eran machos”.Actualmente estamos trabajando en la identificación de bacterias en las garrapatas. Para realizarlo, estamos haciéndolo por métodos moleculares: PCR, dirigidas a genes específicos del género Rickettsia, y luego haremos una caracterización más fina, para conocer al grupo al que pertenecen.
Diagnóstico y tratamiento
En Mendoza, los casos reportados de rickettsiosis en humanos han sido escasos y muchas veces subdiagnosticados. En el último año, se han identificado entre 6 y 10 casos mediante técnicas serológicas que permiten detectar la bacteria. “Las enfermedades rickettsiales pueden tener consecuencias graves si no se tratan a tiempo, llegando a una mortalidad del 70% en algunos casos”, afirma el Dr. Quintero. “Afortunadamente, el tratamiento es sencillo: un antibiótico específico puede curar completamente al paciente en una semana”.
Recomendaciones para la prevención
El Dr. Roberto Mera y Sierra, experto colaborador del estudio, ofrece algunas recomendaciones para prevenir estas enfermedades. “Dado que no existen vacunas contra la garrapata, es crucial protegernos en espacios naturales utilizando repelentes y revisándonos diariamente, especialmente en el cuero cabelludo, detrás de las orejas y en las axilas”, sugiere.Si se encuentra una garrapata en el cuerpo, es importante retirarla de inmediato sin reventarla, torcerla o quemarla. “Utilice una pinza para extraer la garrapata con una tracción firme desde la zona donde está insertada”, aconseja el Dr. Mera y Sierra. “Colóquela en un recipiente con alcohol para que los profesionales puedan identificar la especie y la enfermedad potencialmente transmitida”.
Cuidado de mascotas y ganado
Es esencial prevenir que las mascotas tengan garrapatas mediante revisiones periódicas y tratamientos veterinarios. En cuanto al ganado, también se requiere un control veterinario riguroso y desparasitaciones correspondientes. “La vigilancia activa es fundamental para mantener la salud tanto de animales como de personas”, concluye la veterinaria Gisela Neira, colaboradora del proyecto.
La Universidad Maza, a través de estos estudios y recomendaciones, busca concienciar y aportar soluciones efectivas para enfrentar las enfermedades transmitidas por vectores, protegiendo así la salud de toda la comunidad.