De viaje por España se sabe que la comida es un asunto relevante. Jamones, pinxtos, tapas y buenos vinos por doquier. Ahora bien durante la estadía en San Sebastián, el temita comestible cobra más relevancia dado que la ciudad es una verdadera capital gastronómica.
Se jactan por allí de que sus cocineros le han dado fama en el mundo entero y de que su buen hacer los ha vuelto verdaderos artistas culinarios. Aseguran, de esta manera, que la calidad está garantizada, y que se come de maravillas tanto en un galardonado restó como en los bares.
Cocina de autor
En la península ibérica se sabe que San Sebastián es la cuna de la cocina de autor. Los cocineros por allí, cuidan y miman las recetas y los productos para que los quehaceres entre fuegos y ollas devengan un verdadero arte.
Así, no es azaroso que hayan logrado obtener un total de 16 estrellas Michelín. Chefs como Juan Mari Arzak, Andoni Luis Aduriz, Martín Berasategui o Pedro Subijana son exponentes de la alta cocina vasca, mundialmente alabada. Un buen ejemplo, el restaurante Mugaritz de Andoni Luis Aduriz, que lleva varios años entre los mejores 5 del mundo, según la publicación británica Restaurant.
Investigación y vanguardia en las obras culinarias, cocina ligera, imaginativa, fresca, inmediata y elaborada con técnica precisa, algunos detalles que describen el panorama del sabor.
Delicias en miniatura
Como un auténtico arte gastronómico en miniatura definen al pinxto. Los llaman “el rey” y nadie debería volver a casa de un viaje por esas latitudes sin haber probado la experiencia de “ir de pinxtos”. Esa deliciosa costumbre consiste en ir de bar en bar comiendo en cada uno distintas tapas maridadas con un zurito, es decir un trago de cerveza – más corto que la caña-, o con un vino.
En las últimas décadas, los pintxos donostiarras han evolucionado hasta alcanzar un elevado grado de sofisticación. Actualmente son expresiones de tradición e innovación que se representan constantemente en las espectaculares barras de los restaurantes y bares de la Parte Vieja, el Centro y el barrio de Gros.
Antiguamente, el pintxo era una pequeña rebanada de pan sobre la que se colocaba una ración de comida. Para que no se moviera, se utilizaba un palillo, de ahí la denominación que adquirió.
No obstante esa usanza ha ido cambiando con el curso del tiempo. Hoy, al pinxto se lo circunscribe a la alta cocina elaborada en miniatura con sabores concentrados en pequeñas y deliciosas dosis.
Los turistas suelen tomar una excursión llamada Sabores de San Sebastián que implica, además de conocer la historia y anécdotas de la Parte Vieja, varias paradas para degustar algunos de los pintxos más apreciados en la ciudad.
Bien tradicional
Otra de las salidas gastronómicas más frecuentes consiste en visitar sidrerías para probar las sidras elaboradas en los caseríos el año anterior. Se acostumbra a tomar la sidra directamente de las kupelas (barriles de madera). Esta bebida suele acompañarse con tortilla de bacalao, chuletón, queso y nueces.
Al grito de ¡Txotx! los comensales se levantan todas las veces que se desean a la kupela para servirse la bebida nuevamente. Por supuesto que los turistas remedan esa costumbre.
Vale agregar que la temporada de las sidrerías va de diciembre a abril y que cerca de San Sebastián y en un radio de 3 km., hay más de 42 sidrerías.
En este marco, también es recomendable la visita de Sagardoetxe. Se trata de un museo situado en Astigarraga, a 5 kilómetros de San Sebastián, en el que se puede conocer la historia y a la realidad de la manzana y a la sidra. www.sagardoetxea.com
Más datos
Queremos cocinar. El proceso de elaboración del pintxo es el objetivo de los talleres que el ente turístico local ofrece a foodies y sibaritas.
¿Dónde comemos? Se puede solicitar la Guía de Pintxos, un compendio de los mejores bares de pintxos, las especialidades de cada establecimiento y los mejores restaurantes.
Imperdibles. Las ferias y mercados tradicionales y tiendas especializadas en delicatessen, son paradas obligadas.
Denominación de origen. Entre ellas están las carnes vacunas, el pollo de caserío, el cordero lechal, la leche pasteurizada de alta calidad, el tomate, las guindillas de Ibarra o alubias de Tolosa.
Por las bodegas. El txakolí de Getaria es un vino blanco, joven y afrutado. Se elabora con un tipo de uva autóctona. Se recomienda probarlo con anchoa en salazón y bonito en aceite, aperitivos que ofrecen las bodegas del Txakoli de Getaria. www.getariakotxakolina.com
Mercado de Ordizia. Esta feria se organiza los miércoles y viernes desde hace siglos en la comarca de Goierri un valle de gran belleza natural y paisajística.
Allí es preciso degustar el queso Idiazabal, deliciosa y hasta con museo propio.
www.idiazabalgaztarenmuseoa.com
Más información. www.sansebastianturismo.com