Hace apenas cuatro años, en 2018, Aretha Franklin murió a los 76. Hace exactamente 50, lanzó el disco más vendido de su carrera, “Amazing grace”: un gospel a todo dar que sacudió la era hippie y aún hoy encrespa la piel de quienes lo escuchan. En 2015, luego de haber cantado en la asunción de Barack Obama como presidente, se presentó en el medio de un homenaje a la compositora Carole King, creadora junto a Gerry Goffin del hitazo “(You make me feel like) A natural woman” para cantarlo en el piano. Barack lloró. Todo esto se recupera en la biopic que estrenó Amazon Prime y que pone a Jennifer Hudson en el cuero y la voz de la Reina del Soul para protagonizar “Respect: la historia de Aretha Franklin” (2021).
La película, que tiene unas semanas en la plataforma, es una rigurosa biopic que, aunque no hace experimentos cinematográficos con el género, da cuenta con elegancia y sutileza de aspectos oscuros de la vida privada de Franklin.
Hija del predicador Clarence LeVaughn Franklin (interpretado por el poderoso Forest Whitaker) y la cantante de gospel Barbara Franklin, la pequeña Aretha se crió alejada de su mamá; que abandonó el matrimonio en circunstancias poco claras, pero que en el film dejan entrever abusos y violencia por parte del padre. De hecho, con apenas un par de planos insinuados pero muy contundentes, se siembra la duda sobre cómo es que Aretha tuvo su primer hijo a los 12 años y otro a los 14, aún viviendo en la casa del predicador.
El círculo social en el que Clarence crió a sus hijas -Bárbara murió de un infarto cuando Aretha era una niña- tiene como centro a lo más granado del arte, la cultura y la lucha por los derechos civiles de la comunidad afroamericana de Estados Unidos en los ‘60. De hecho, en “Respect…”, se hace referencia a la estrecha relación de la familia Franklin con Martin Luther King Jr., Ella Fitzgerald y Dinah Washington, entre otros.
Su niñez, signada por la maternidad y la sumisión a los dictados de su padre, depositan a Aretha en una adolescencia gris y silenciosa, en la que la chica cantaba gospel en la iglesia regenteada por su progenitor y luego se asocia con Columbia Records para hacer varios discos ligados con el jazz -todos supervisados por el predicador-, que le dieron muy poco rédito en materia de exposición y con los que ella no estaba conforme porque no se sentía parte del género.
No es sino hasta que se va del hogar para casarse con su primer manager Ted White, y abandona Columbia para firmar con Atlantic Records, que Aretha Franklin encuentra las inmensas posibilidades de su voz. En el film hay una situación inspiradora en la que ella le enseña a su nueva banda de músicos blancos cómo navegar en las raíces de la música negra, renovándolas; con apenas su voz y un par de teclas del piano. Hermosa escena musical. Hermosa Hudson.
La fama, el dinero, el alcohol como una sombra siniestra, los traumas familiares, la soledad y la sumisión navegan insinuados en “Respect…” con mucha delicadeza, para no lastimar la inmensa imagen que Franklin ha dejado al mundo a través de su insustituible voz.
La película dirigida por la joven directora sudafricana Liesl Tommy, que viene del mundo de las serie televisivas con créditos como “Jessica Jones”, “Mrs Fletcher”, “The walking dead”, tiene ese pulso casi de pantalla chica en la concepción de montaje y guion (Tracey Scott Wilson). Tampoco toma riesgos que la vuelvan un apunte valioso desde lo cinematográfico, pero es el marco suficiente para que allí se luzca lo que se tiene que lucir: las actuaciones.
Es que es imposible afirmar que “Respect…” es una buena película sin la inmensa, arrolladora, vital y humana interpretación que hace Jennifer Hudson de Aretha Franklin. No solo brilla en los momentos musicales del personaje hasta hacernos querer retroceder la película para volver y volver a escucharla. También sabe cómo minimizar la expresión y la corporalidad para poner en evidencia lo que sucede internamente en la composición de su rol. Aplausos de pie a la inmensa Jennifer que se dio el lujito de hacer su versión de “Amazing grace” para la película (nominada a los Globos de Oro como Mejor Versión Original) y luego cantarla en el funeral de la mismísima Aretha.
Pero no solo Hudson le da carnadura a esta película que solo se sostiene en actuaciones. También está allí Forest Whitaker para construir la relación de ese padre sometedor y abusivo con la niña que acata. Y, a un mismo tiempo, volverse contención y apoyo de la hija cuando lo necesita. Vaya dificultad la de volverse tierno y riguroso, autoritario y comprensivo. Solo un gran actor como él puede lograrlo.
Otro placer encantador es la banda sonora llena de situaciones deliciosamente musicales y otras monumentales, el diseño de arte y la fotografía también valen su peso.
En épocas de biopics colosales que dejan gusto a poco, este mínimo acercamiento a la más inmensa voz del soul que hayamos conocido se vuelve precioso homenaje y momento altamente disfrutable.
La ficha
“Respect: la historia de Aretha Franklin”. Género: Drama biográfico. Dirección: Liesl Tommy. Guion: Tracey Scott Wilson. Música: Kris Bowers. Fotografía: Kramer Morgenthau. Con: Jennifer Hudson, Leroy McClain, Forest Whitaker, Tate Donovan, Marlon Wayans, Marc Maron, Tituss Burgess, Audra McDonald. Disponible en: Amazon Prime Video. Nuestra calificación: Buena.
