Furia regresó a la casa de Gran Hermano luego de algunas unas horas de ausencia en el reality debido a una serie de chequeos médicos que debió realizarse en un centro médico. La jugadora ingresó por la puerta principal, pasadas las 15 hs de este miércoles, y fue recibida por sus compañeros que estaban dispersos por el jardín.
Juliana preocupó a todos luego de unos valores de estudios que le hicieron estando en la casa salieron mal, por lo que los profesionales de la salud que la atendieron decidieron que era mejor controlarla en un hospital para confirmar o descartar un diagnóstico, del que no dieron información, pero explicaron que estaba relacionado con su sangre.
A primera hora de la mañana y en ayuno, Juliana salió de la casa y con un cuidado protocolo la llevaron a realizarse los estudios. Y, pese a que se habló que estaba internada en unidad coronaria, como lo confirmó Marcela Tauro en Intrusos (AméricaTV), regresó pasado el mediodía para seguir en comentencia.
Furia ya está en casa y sigue en carrera a la gran final del reality
La jugadora más polémica de esta edición abrió la puerta principal de la casa, muy abrigada, y como si nada pasara se sumó nuevamente al programa. “Ahí entra Furia”, se la escucha decir a Zoe y la participante se acercó al grupo que estaba junto a la pileta disfrutando del sol.
“Lo único que quería hacer era esto”, dijo Furia y corrió a abrazar a Bautista. Luego, se fundió en una abrazo con Emmanuel, quien salió corriendo al verla ingresar a la casa. “No me saquen más de acá”, expresó Juliana visiblemente movilizada por la situación, pero fiel a su estilo desenfadado.
“¿Cómo te fue?”, fue lo primero que le preguntaron, pero ella dejó en claro que no podía decir nada, que no podía darles esa información. “No puedo hablar mucho tampoco, pero de a poco les voy tirando cosas”, respondió.
A la jugadora se la vio con más ganas que nunca de seguir enfocada en el juego. Incluso, antes de irse, hizo la espontánea que se conocerá esta noche en la gala de nominación.