Romper esquemas y establecer nuevos hitos es una constante en la siempre ascendente carrera de Babasónicos, que hace tiempo se convirtió en una de las bandas más convocantes del país.
Otra característica casi única en la trayectoria del grupo es dar pequeñas vueltas de tuerca en su sonido y mantenerse frescos, originales y novedosos, consiguiendo auténticos hits con cada disco y atrayendo a un público nuevo sin perder los anteriores.
El resultado es una popularidad masiva y una vigencia poco usual entre las agrupaciones con más de 30 años de historia. Y a la hora de armar una lista de temas son capaces de alternar con total naturalidad canciones que rotaban en MTV hace tres décadas con temas que hoy se estrenan en plataformas digitales.
La convocatoria a su show en el Campo de Polo, anunciada en el mes de mayo, fue un éxito rotundo, con más de 55 mil personas llenando el predio y marcando la mayor convocatoria propia (ni festival ni gratuito) en su carrera.
Una puesta imponente
Otra cualidad de Babasónicos es complementar la originalidad musical con la creatividad de su eterno colaborador Sergio Lacroix, responsable de algunas de las puestas de luces y diseños de escenarios más innovadores de la escena local.
En esta oportunidad, cuando fácilmente podría haber adaptado la instalación que sorprendió en sus últimos shows en el estadio cerrado Movistar Arena, optó por dejar de lado los poderosos haces de luces verticales y creó una estructura tubular triangular con el fondo y los costados libres, solo con una gran pantalla de video detrás de los músicos.
Dada la época del año, bien podría describirse como un exótico árbol de Navidad, pero era mucho más que eso, por la interminable cantidad de luces que colgaban del gigantesco triángulo, cuyas posibilidades se fueron dosificando sabiamente a lo largo del concierto.
Una banda completa
Musical y visualmente, Babasónicos es una banda de rock que va mucho más allá del esquema del “frontman” con un grupo de músicos atrás. Es claro que el cantante Adrián Dárgelos parece dominar la escena, pero todos los fans celebran, aplauden y están pendientes de las intervenciones de los demás. Las pantallas de video también reflejaron esa democracia.
Diego “Uma” Rodríguez (hermano del cantante) se pasa de un instrumento a otro, agregando coros, alguna primera voz y sus clásicos pasos con reminiscencias breakdance. Diego “Uma´T” Tuñón también aporta coros y los limitados pasitos que le permite su rol de tecladista.
Otro multiintrumentista es Carca, hace tiempo bajista (rol que hace ya tiempo ocupa el sólido Tuta Torres) y ahora guitarrista, percusionista, coros y hasta dúctil en el sitar para el hit El loco.
El sonido de la guitarra de Mariano Roger, al igual que la batería de Diego “Panza” Castellano, son parte indisoluble del sonido del grupo y en vivo se nota el aporte incesante de cada uno, con Roger también sumando coros.
Una lista de temas contundente
Con semejante trayectoria, un problema para Babasónicos podría ser el armado del repertorio de un show tan importante. Sin embargo, siempre arriesgado, el grupo evitó el lugar común de tocar solamente clásicos, y alternó su último y muy popular disco Trinchera con los hits de diferentes momentos de su discografía.
Así pasaron desde el entrañable Montanas de agua (donde pasaron el videoclip del ‘94 con imágenes del querido Gabo en bajo) hasta el flamante Tajada, lanzado hace apenas dos semanas. Y el público respondió a todos los temas con idéntico fervor, coros, saltos y aplausos.
El arranque fue con Anubis, con el cantante sobre una pequeña tarimita y un look mezcla de Aladino y gaucho con sogas en la ropa. El primer flashback fue hacia Y qué, donde las luces comenzaron a hacer ostentación de sus colores.
Como es habitual, fueron capaces de pasar de rocks poderosos como Pendejo a momentos de calma cadenciosa, como La izquierda de la noche, primer corte de Trinchera en septiembre del 2021. Pero a lo largo del show no solo tocaron los hits de su última producción (y su spin-off Trinchera avanzada), sino también canciones que no fueron singles, como Viento y marea, Mentira nórdica y Capital afectuivo.
Para aquellos que descubrieron a la banda con el boom de su disco Jessico, se dieron el gusto de bailar Los calientes y Deléctrico. Lo mismo con los sucesivos hits de su discografía, como Irresponsables, Putita, Carismático (enganchado con Yegua), El colmo, Pijamas, Microdancing, La lanza, Vampi, La pregunta, Ingrediente y Bye-bye.
Dárgelos es lo opuesto a un cantante demagogo, razón por la cual sus reiterados “¡Gracias!” fueron casi una novedad, además del hecho de bajar entre la gente y decir unas palabras finales: “Ahora la trinchera es cuerpo a cuerpo, más ahora que nunca. Gracias por todos estos años. Gracias por lo que queda y mucho más”.
