Calu Rivero supo ser una it girl, y ahora disfruta de ese camino junto a su hijo Tao, que nació hace pocos meses. Juntos estuvieron posando para una exclusiva marca de ropa de bebes.
El pasado mes de febrero, Calu Rivero y Aíto de la Rúa, se convirtieron en padre de Tao. Desde su llegada, la actriz se animó a publicar varias fotos del bebé, para que los seguidores puedan ver todo el proceso de su crecimiento.
Si bien el niño nació en Argentina, Calu y su pareja viajaron a Uruguay para estar lejos de los reflectores y priorizar a Tao, al menos los primeros meses.
La estadía en el país vecino les duró poco y ya se encuentran nuevamente en Buenos Aires. Allí, Calu y Tao no desperdiciaron la posibilidad de jugar a ser modelos en una boutique de lujo ubicada en el corazón de Recoleta.
A Tao se lo pudo ver feliz vestido con ropa de algodón en blanco, con un simpático gorrito haciendo juego. Por su parte, la flamante madre vistió un saco de sastre, un vestido y unas botas, todo en tonos negros.
Sencilla y elegante, fiel a su estilo, Calu Rivero iluminó con su sonrisa las mejores postales que hizo con Tao para la marca, que ya publicó los contenidos fotográficos.
Esta producción es la primera en la que Tao oficia de modelo y sus padres no pueden estar más enamorados de su primogénito a quien suelen presumir constantemente en redes sociales.
Calu Rivero realizaba rituales durante el embarazo de Tao
Durante su embarazo, Calu Rivero se sometió a varios rituales que la ayudaron a transitar su gestación de manera pacífica y relajada. Uno de ellos fue el ritual llamado “agua mágica”.
“Volver al utero materno a través de esta técnica agua mágica. ¿Quién iba a pensar que yo recordaría cosas, emociones que sentí cuando estaba en el útero de mi madre? ¡Yo no! Si era apenas un bebé”, escribió Calu en Instagram a meses de dar a luz.
A su vez, Calu Rivero aportó: “Lo cierto es que el cuerpo tiene memoria y cuando empecé a replicar los movimientos que hacemos cuando estamos en útero, en el agua, mi cuerpo comenzó a traerme sensaciones bellísimas e inesperadas. Qué difícil ponerlo en palabras”.