Candelaria Tinelli estuvo de visita en el ciclo Caja Negra de Filo News y fue entrevistada por Julio Leiva. En la nota habló como nunca sobre algunos de los padecimientos que transitó hace varios años.
“Crecí en un mundo de exposición que capaz no fue el que yo elegí, fue el que me tocó”, analizó Cande, que agregó: “No es que me parezca algo malo, para nada. Pero uno cuando es chico, es adolescente, en el colegio, en la vida cotidiana, lo padece en algún punto”.
Siempre fue muy protegida y la seguían policías: “Me iba de campamento e íbamos en el bondi en el medio de la nada y había un auto atrás. Y todo el mundo decía ‘¿qué es ese auto?’. Y, nada, era como un bajón. Y bueno, como que me parece que en ese punto sufría, en ese tipo de diferencias, porque me daba vergüenza”.
Además, la cantante explicó qué era lo que más la incomodaba de ser hija de un rostro tan conocido como es Marcelo Tinelli. “Generaba algo en los otros. Venía mi papá a buscarme al colegio y se re excitaban. Era algo inevitable. Salir a comer en familia y no se podía comer tranquilo que alguien venía a pedir una foto.”, contó Cande.
La fobia de ser una Tinelli
Otra de las confesiones que hizo Candelaria fue sobre el peso que conlleva ser hija de un famoso a la hora de ser nombrada.
“Me generaba mucha fobia, me daba como vergüenza. Era como si fuese algo malo. Viste que como que en este país te hacen sentir que es algo medio malo que estés en ese lugar, que sos un privilegiado y que está mal eso en algún punto. Privilegiado más que nada en la situación económica”, analizó.
Candelaria Tinelli no quería ir a visitar a su padre al trabajo
“Yo nunca quería figurar mucho y me escondía, me daba mucha vergüenza”, recordó Cande sobre sus visitas a los estudios donde Marcelo hacia sus programas. “Para mí el piso de Videomatch era miedo. Me quedaba siempre en el camarín o en el control. Con mi hermana éramos muy tímidas”, explicó Candelaria.
“Hay un video que mi viejo la corre a mi hermana hasta el baño porque mi hermana no quiere aparecer. Y corre y corre hasta que frena pobre en el baño y se mete él al baño también. Y eso fue como no, listo, yo a partir de ahí dije ‘no voy nunca más, porque nunca sabés’. Es un miedo, estás como un agujero ahí tipo ‘ahhh, va a venir en cualquier momento’”, cerró.