Andrés Ciro Martínez sacó pasaporte de mendocino. Regaló una noche llena de música, recuerdos y fiesta en la segunda noche de su gira por Mendoza que duró casi tres horas, que comenzó el miércoles con el sinfónico en el Teatro Plaza.
Cerca de las 22 la banda subió y comenzó a agitar a los miles de mendocinos que estuvieron en el Stadium Arena Maipú con su caballito de batalla “Banda de garage” y su agite cuando llegó “Sabe a donde va, sabe de donde es ah ah-ah ah-ah”.
Pero también la noche estuvo preparada para que todas las generaciones la pasen bien, ya que en la lista había varios temas de Los Piojos como “María y José”, “Desde lejos”, “La Luna y la cabra”, “Luz de Marfil” y “Tan solo”.
La noche siguió transcurriendo entre canciones de Los Persas y Los Piojos, algo que encendió a todos los que llenaron el recital, además del despliegue de Ciro en el escenario ratificando que es uno de los mejores “front-man” del rock nacional. Sus bailes, su interacción con la gente y la forma de interpretar los momentos de la noche.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando sonó “Luz”, mientras en la pantalla se proyectaba un video con imágenes de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar, donde la banda tocó en esa época.
Era tan cálido el ambiente que se estaba viviendo, que Ciro decidió agregar canciones a la lista original y así sonaron “Zapatos de gamuza azul”, “Farolito” y “Pensar en nada” y el momento donde le hizo honor a Juana Azurduy y antes de irse regaló el Himno Nacional con su infaltable armónica.
Una vez más Ciro volvió a demostrar que Mendoza le sienta bien, lo trata bien, lo mima y hasta le sirve para darse el gusto de tener sus vinos y él lo devuelve con grandes shows y con un amor que parece que será eterno.
