Divididos llega a Mendoza para hacer temblar el Arena Maipú

El power trío liderado por Ricardo Mollo vuelve a la provincia con un show “sin butacas” para rockearla toda la noche en Arena Maipú.

Divididos llega a Mendoza para hacer temblar el Arena Maipú
Divididos en Mendoza

Este sábado llega a Mendoza la mítica banda Divididos, que con Ricardo Mollo a la cabeza, están celebrando más de tres décadas sonando en los oídos y corazones de los argentinos.

El power trío tocará este sábado 8 de octubre en el Arena Maipú y las entradas todavía pueden comprarse a través del sitio Tuentrada.com, con precios que van desde los $3.800 hasta los $6.800. La particularidad de este show es que en el “campo” no hay butacas, así que promete ser una verdadera fiesta rockera.

Divididos vuelve a Mendoza con un show en Maipú. / Gentileza
Divididos vuelve a Mendoza con un show en Maipú. / Gentileza

La historia de Divididos se cuenta sola. Son casi 35 años de pisar escenarios, hacer buena música y no meterse en líos (en el barrio diríamos quilombos). Ricardo Mollo y Diego Arnedo tenían un plan y con talento de sobra armaron una banda que con el tiempo se convirtió en una de las más importantes de nuestro país.

Divididos nació tras la muerte de Luca Prodan y la consecuente separación de Sumo. Hay un mito que se refiere al nombre de la banda de Mollo y que involucra a Daffunchio con su banda Las Pelotas, que juega con la sonoridad de ambos nombres que daría como resultado una ofensiva respuesta a la disolución de la banda que ambos compartieron: “¿Divididos?, las pelotas”.

Sumo a mediados de los '80, cuando encontró su formación definitiva. (Rolling Stone Argentina)
Sumo a mediados de los '80, cuando encontró su formación definitiva. (Rolling Stone Argentina)

Algunos afirman que la frase existió y se la dijo el mismísimo Luca Prodan al periodista Carlos Luis Galanternik, conocido como Tom Lupo, que desde su programa de radio Submarino Amarillo, durante los 80, entrevistó a bandas emergentes de la época como Soda Stereo, Patricio Rey y sus redonditos de ricota y Los Fabulosos Cadillacs, entre otros. Ante la pregunta del periodista si veía a Sumo separados, el músico italoargentino respondió de aquella manera. No hay registros de esa entrevista, pero sí de otras que muestran la cercanía de Lupo con Prodan. Andá a chequearlo.

En una entrevista que Mollo le dio a Lalo Mir, en el 2020, el líder de Divididos habló de este mito y lo negó de manera rotunda y contó cómo fue que se le ocurrió el nombre de su banda.

A la hora de elegir el nombre, la “desazón” y la tristeza por el fin de Sumo jugó un papel importante. La primera denominación que tuvo la banda fue “La División” hasta que al final optaron por “Divididos”, “que fue un poco lo que te dejó, la partida de Luca y la dispersión de la banda” le confesó Mollo a Mir en esa entrevista.

Recapitulemos. Sumo se disolvió y sus integrantes quedaron a la deriva. Mollo y Arnedo juntaron sus cosas y se fueron juntos. Tras sumar a Gustavo Collado, Divididos ya estaba listo para salir a la calle. Su primer recital fue en 1988, en un pub de Flores (Buenos Aires), sin mucha repercusión.

Los seguidores de Divididos eran, en su mayoría, fans de Sumo. El piberío explotaba cuando la banda tocaba temas de su vieja banda como “Mañana en el abasto” o “Mejor no hablar de ciertas cosas”. Pero de la pluma de Mollo y Arnedo salían canciones propias y no pasó mucho tiempo hasta que editaron su primer disco, “40 dibujos ahí en el piso”.

LOS DISCOS DE DIVIDIDOS

“40 dibujos ahí en el piso” contiene 11 canciones que incluyen un cover de “Light My Fire” de la banda norteamericana The Doors y un poema de T. S. Eliot, “Los hombres huecos”.

A fines del 91, la banda saca “Acariciando lo áspero” y los primeros hitazos de Divididos empiezan a ver la luz. A la par, el power trío comienza con recitales más grandes, muchos de ellos desde el mítico Estadio de Obras Sanitarias.

En el 93 llegan los grandes éxitos y de la mano de Gustavo Santaolalla, la banda saca el disco “La era de la boludez”. El tema que la rompe en este álbum es “¿Qué ves?”, junto a la versión rock folk de “El arriero”, el reconocido tema de Atahualpa Yupanqui.

Acá la banda ya llenaba estadios como Obras y Vélez. El disco tuvo tanto éxito que llegó a ser el primero en ventas, y tuvo que ser reeditado.

En el 95, la banda experimentó algunos sonidos nuevos y más aportes de la voz de Arnedo en el disco Otroletravaladna (Andá a lavarte el orto al revés). Este trabajo no tuvo mucho éxito comercial y fue el último con Gil en la batería, que había reemplazado a Collado después del primer disco.

En 1998 y después de firmar contrato con la multinacional BMG grabaron en Los Ángeles el disco Gol de mujer.

En el año 2000, Divididos graba Narigón del siglo en los estudios Abbey Road, el mítico lugar donde Los Beatles grabaron casi toda su discografía. Gustavo Santaolalla vuelve a trabajar con la banda.

De acá salen exitazos como Par Mil y Spaghetti del Rock. Este tema fue elegido como el mejor de la década, según una encuesta de la revista Rolling Stones.

En el 2002 llega Vengo del placard de otro, disco en el que más instrumentos metieron llegando a contar con 12 violines y 4 violoncehelos.

Ocho años después llega Amapola del 66, el primero en ser editado bajo sello propio, La Calandria. Es el primer disco en el que trabaja Catriel Ciaravella, tras la salida de Araujo de la banda en el 2004. Este disco le dio a la banda el Gardel de Oro, el premio más importante de nuestro país a la industria de la música.

En 2018, la bandó sacó Haciendo cosas raras, una regrabación de su primer disco, en homenaje a los 30 años de Divididos.

RICARDO MOLLO, EL PERFIL BAJO, SU AMOR POR NATALIA OREIRO Y LAS HIJAS QUE NADIE CONOCE

Militante del bajo perfil, hace algunas semanas, Ricardo Mollo sorprendió a todos con su participación en ¿Quién es la máscara?, programa conducido por su mujer, Natalia Oreiro.

Natalia y Mollo están juntos desde hace 20 años. Se conocieron cuando compartían clases de yoga y como Oreiro ha contado en varias entrevistas, fue ella quien “se lo levantó”. Oreiro tenía 23 y Ricardo 43.

Cuando pocos creían en esta pareja, ellos calladitos, y a paso firme, se convirtieron en una de las parejas más sólidas del ambiente. Desde entonces, no se han separado nunca y mantienen puertas adentro la mayor cantidad de aspectos de su vida privada.

Fruto del amor que se tienen, Natalia y Mollo son los padres de Merlín Atahualpa. El menor, que este año cumplió 10, es el tesoro mejor guardado de la familia Oreiro-Mollo. Recién para el cumpleaños 10 de su hijo, Natalia lo mostró por primera vez, junto a una serie de fotografías que evidencian el paso gentil paso del tiempo de Merlín.

Pero este no es el único hijo de Ricardo Mollo. El músico, líder de Divididos, tiene dos hijas mayores producto de una relación anterior a Natalia. Azul y Martina son las hijas que Ricardo tuvo con su primera esposa, Gabriela.

Las chicas, que tienen 40 años una y 35 la otra, al igual que su papá son re militantes del perfil bajo y tienen sus redes blindadas.

Azul y Martina, las hijas de Mollo
Azul y Martina, las hijas de Mollo

A Ricardo Mollo no le hace falta hablar. Hay una frase que se la atribuyen a Woody Allen y dice que “las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas” y a Mollo le queda justa.

Sin estridencias, ni estrategias de redes, Mollo hace música. Su talento habla por él y la trayectoria es fiel testigo de que las palabras sobran cuando el mensaje es claro y contundente.

Divididos en Mendoza

Sábado 8 de octubre

21.30 h

Arena Maipú

Entradas por Tuentrada.com

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