En medio de las grabaciones de “Masterchef”, Donato De Santis se toma unos minutos para hablar del éxito del ciclo y de cuál es el secreto para que un producto televisivo no se agote y atrape al público en cada una de sus ediciones.
Mientras habla con Diario Los Andes, Donato va del set a la sala de maquillaje. El tiempo corre y el día es corto. En total son ocho horas de grabación que después terminan en una hora de programa.
Con apuro, pero con la mejor predisposición, Donato cuenta algunas intimidades del programa y da su mirada sobre la incorporación de Wanda Nara en esta temporada de “Masterchef”.
-¿Cuál es el secreto del programa para estar siempre vigente y que la gente siempre lo elija?
-El formato “Masterchef” es un formato ganador que incluye diferentes actividades de cocina en simultáneo, gente que compite entre sí, las cámaras que se mueven entre los participantes, la conducción que interviene. Todo eso crea mucho vértigo y tiene un atractivo que, obviamente, hace que la gente no pueda evitar verlo. Lo de la conducción es lo que lo diferencia de otras ediciones en el mundo. Por ejemplo, en España conduce el jurado. Yo creo que eso le da un tono distinto, porque el conductor pasa a ser una figura más. En el caso nuestro, con Wanda (Nara) o anteriormente con Santiago del Moro, quienes le agregan un ingrediente distinto, una variante. El conductor en conjunto con los tres jurados, todos los participantes y la adrenalina de una cocción, digamos en vivo, es una hora de entretenimiento que no tiene competencias.
-Cuando te propusieron hacer “Masterchef”, ¿qué fue lo que más sedujo del proyecto?
-Yo venía haciendo televisión hacía ya como 15 años, o sea que siempre estuve familiarizado con la televisión. Lo que me seduce de “Masterchef” es que, a diferencia de lo que yo venía haciendo, que tenía un fondo mucho más cultural, este es un programa más lúdico, más popular y más basado sobre el entretenimiento y, obviamente, con un cierto contenido de información y de formación. Lo que me sedujo fue eso, una faceta nueva para mi carrera, así que lo tomé con mucho entusiasmo, curiosidad y desafío.
-¿Cómo es la relación con el jurado, con Germán Martitegui y con Damián Betular?
-Muy bien, excelente. El primer año éramos tímidamente unidos y a medida que pasamos tanto tiempo juntos nos fuimos conociendo personalmente y profesionalmente. Hemos desarrollado respeto por cada uno y prácticamente nos conocemos el aliento. Somos más cómplices también.
-¿Y con Wanda, cómo se llevan? ¿Cómo la ves como conductora del reality?
-La veo re bien. Wanda es una persona que se estudia todo lo que tiene que hacer, muy aplicada, muy puntual, siempre presente y cero diva. Yo veo que se divierte cada día más. Entendió lo que hay que hacer, lo que hay que decir y está manejando cada vez más los tiempos, las personas, las personalidades. Para nosotros es un punto importante porque hay momentos del programa que no son solo de cocina y ella mete un montón de su personalidad. El lado humano ella lo absorbe muy bien y contiene a los participantes, los apoya, los entiende y los ayuda en lo que puede. Como la ves es así, fuera y delante de cámara.
-Con tantos años en “Masterchef”, ¿hay algún participante que te haya sorprendido realmente o que haya sido tu favorito?
-Nosotros nos concentramos en el día a día y, en realidad, estamos entrenados a no encariñarnos desde el principio porque esto te condiciona. Las pocas veces que quizás uno pensaba que una persona equis podría haber seguido adelante después es justo la persona que se elimina, o sea que nosotros mismos nos sorprendemos con tener que tomar esa decisión. Y después, personas que pensábamos que iban a ser eliminados pronto, siguen en la competencia.
CÓMO ES LA VIDA COTIDIANA DE DONATO DE SANTIS
-Cuando se apagan las luces de la cámara, ¿cómo sigue tu vida?
-Me saco el traje de jurado y me pongo la chaqueta de cocinero. Tengo una agenda muy intensa. Arranco tempranísimo en la mañana, tipo 6:.30 y hasta la una de la mañana estoy en constante contacto con algo que tiene que ver con la gastronomía. Si no son mis restoranes, es un evento o una entrevista sobre la gastronomía, o tengo que hacer un entrenamiento, o una degustación, o un cambio de menú, o una cena en mi propio local. Estoy todo el tiempo conectado con esto.
-Hay mucha gente que usa la cocina como escape, terapia o distracción, ¿vos qué haces para relajarte o escaparte de lo cotidiano?
-Yo soy budista, hago media hora de meditación a la mañana y a la noche todos los días y tres veces por semana hago yoga. Soy coleccionista, me gusta andar en moto y viajar. Tengo varios escapes, pero el más importantes es estar con mi familia.
-¿Qué es lo primero que hacés al llegar a un lugar nuevo, buscás descubrir sabores o te distraes con otras cosas?
-Los sabores siempre vienen solos porque siempre hay un momento donde hay que ir a almorzar, desayunar, cenar o probar algo en la calle. O sea, más que ir a buscarlo, llegan solos.
-¿Cuál es la gastronomía que más te intriga o más llama tu atención?
-La gastronomía oriental es la que menos conozco, la más compleja para mí porque se trata de técnicas distintas y de mezclar ingredientes que son inéditos y ajenos a los que estamos acostumbrados, y eso tiene un atractivo particular para mí.
-¿Te gustaría, ahora, tener un programa propio?
-Me encantaría, pero tendría que ser algo que tenga más que ver con la parte lúdica y los viajes, mezclar un poco las situaciones. Podría ser yo solo conduciendo o con algún invitado. Me gustaría.