Todas las películas de la saga “El Conjuro” han logrado alcanzar el éxito. Como es de público conocimiento, algo que ayuda es el hecho de asegurar que se tratan de historias verídicas llevadas a la pantalla grande.
Con el correr del tiempo, el Universo de los Warren se agrandó más y más pero los detalles de las historias nunca dejaron de estar presentes. Los amantes del terror y los sustos conocen las características, pero no todos lo hacen.
En esta nota, encontrarás toda la información acerca del Caso Enfield, la historia real que se encuentra detrás de la segunda entrega de El Conjuro. Es tan terrorífica como real y todo el mundo debería conocerla.
El Caso Enfield
Como expresa su nombre, el hecho ocurrió en Enfield, Inglaterra. Tal como la mayoría de los casos de experiencias paranormales, sucedieron en los años setenta (precisamente en 1977).
Todo comenzó cuando Peggy Hodgson se mudó junto a sus cuatro hijos a una casa que parecía albergar una energía muy oscura. Esto se dejó ver en varias ocasiones cuando Janet, una de las hijas, notó que sus camas se movían y los muebles hacían ruido.
Esto no fue captado por la madre ni tenido en cuenta en un principio hasta que una noche el ente maligno atacó a su pequeña hija. El momento exacto del ataque fue capturado en una fotografía que muchos carcaterizaron como falsa.
La familia optó por contactar al diario Daily Mirror, que envió a un redactor y a un fotógrafo para cubrir lo ocurrido. Sin embargo, ambos también fueron acosados por los entes y decidieron destacar la noticia en la portada del 10 de septiembre de 1977, titulándola “La casa de los extraños sucesos”.
El caso logró tal repercusión que en abril del año 1979 pudo ser resuelto gracias al intenso trabajo del matrimonio conformado por Ed y Lorrain Warren. Según ellos, pudieron extirpar el demonio que habitó durante algunas semanas en el cuerpo de Janeth Hodgson.
