No hay un solo Andrés Calamaro. Pasa con los grandes nadadores a contracorriente, que han sabido adaptarse a las épocas y han peleado contra todo y hasta contra ellos mismos.
Vamos al ejemplo más clarito: Maradona, mencionado por el Salmón en Mendoza como un rocker más. Diego tampoco fue uno solo. Hay decenas: el pibito de Argentinos, el atlético del 86, el que no pudo con tanto peso, el rebelde de Italia 90, al que le cortaron el alma y las piernas en el 94… Con Andrés, su amigo, otro tanto.
Hubo varios, todos mayormente talentosos, todos mayormente incorrectos. El de cara de pibe de “Por mirarte”, el Bob Dylan argentino de “Alta suciedad”, el perdido en Buenos Aires que fue clip de Crónica desde las profundidades del 2001-2002 (cuando le preguntaron si estaba por la marcha a 26 años del Golpe, contestó: “no, situación de estupefacientes”). El intelectual oscuro de “El salmón”. O incluso, uno de los últimos, el “galleguizado” con ese acento ibérico cerrado que no era ni español ni argentino.
No hay uno solo, pero el que vino en la noche del viernes a Luján es-podríamos decir- el clase mundial. El feliz. El que se canta todo, el que charla, interactúa y baila con los 7 mil presentes. El que celebra romper con las redes sociales y encontrarse cara a cara con el público. El que es gurú de las nuevas generaciones. (Porque hay algo en Andrelo, que es imán para aquellos que emergen en los diferentes momentos de la historia, pasando por los Bersuit, Pity Alvarez o el español Tangana. Desde chico, el tecladista fue admirado por creadores de distinto palo: de Luca a Miguel Abuelo, pasando por el Indio Solari). (Abro otro paréntesis para una aclaración de rigor: así como es muy querido, también ha sido y es un artista troleado por un ala artística progresista que detesta sus opiniones a favor de -por ejemplo- las corridas de toro y apoyos a posiciones de derechas. También es cierto que en esta época es difícil salir indemne de la fuerza gravitacional de las profundidades de la grieta).
Todos los Calamaros fueron autohomenajeados el viernes, en un viaje musical explícitamente nostálgico. El show que trajo a Mendoza, tras 8 años de vacío, se llama “Agenda 1999” y celebra los 25 años de “Honestidad Brutal”, una de sus mejores creaciones. Pero para ser justos, bien podría haber celebrado “Alta Suciedad” o alguna otra fecha de lanzamiento de algún disco de Los Rodriguez o de Los Abuelos, porque un tipo tan prolífico como Calamaro, ha tenido demasiados brotes verdes en su carrera y pocos desiertos.
Pero por alguna razón decidió traernos “recital que es un varietal 70% de Honestidad Brutal” y lo aplaudimos. Porque quizá “Honestidad…” no fue el más excelso disco del grueso catálogo del multi-instrumentista, pero sí fue el que marcó un quiebre y gritó a los cuatro vientos una frase que es de su amigo Fito: “No vine a divertir a tu familia”. A hacer solo hits. En la placa del 99 se radicalizaron sus búsquedas, sus juegos más osados, y se alejó cada vez más de aquel Andrés simpático pegado al costado más popero del rock nacional. Tendencia que se subrayó aún más cuando lanzó “El salmón”, y sus intenciones a contrapelo quedaron a la vista. O al oído.
Pero vamos al show.
Arrancó 21.20 con ese hit áspero y hermoso que es “El día de la mujer mundial”, y que siguió con el cinéfilo “Para qué?”. En un anochecer que se caldea a 37 grados, el ex Abuelos, subió la temperatura aún más con el éxito instantáneo de “Te quiero igual” y más adelante el efectivo blues “No va más”, donde brilló la elegante banda que acompañó al songwriter: Germán Wiedemer -el tecladista la dejó así de chiquita, en especial en “Los Aviones”, tejiendo un clima bien de piano-bar-, Julian Kanevsky, Mariano Dominguez, Andrés Litwin y Brian Figueroa. Aquí, el cantante se acordó de sus compañeros de ruta en aquellas salas de grabación humeantes de los noventa: Pappo, Ciro Fogliatta, Mariano Mores, y tantos otros.
Camisa roja, con la que al final del show jugaría a ser torero, remera negra con bolsillito, pantalón ceñido y un pañuelo de calaveras que le daba un aire noventoso a su look. Buscó la afinación, interactuó con la gente, y dijo que de todos los shows que dio en Mendoza, este fue el mejor (y bué, qué va a decir). Pero sí es cierto que se lo veía muy entusiasmado. Feliz. Siguiendo este mantra que ha propuesto en sus redes y que lo dijo un par de veces: “gente de carne y hueso arriba del escenario, y gente de carne y hueso abajo. Yo soy un hombre de poca fe, no creo en la trascendencia. Pero momentos así como este son los que importan”, dijo desde arriba de las tablas.
Los temas más aplaudidos del recital Agenda 1999 de Andrés Calamaro en Mendoza
La mitad final del show fue una batería de canciones para cantar en fogones. Desde “Algún lugar encontraré”, con esos aires folks que la hace tan maravillosamente simple; pasando por “La parte de adelante” o “Crímenes perfectos”, donde el que canta es el público (“como estudiante el día de la primavera” o “paranoooooia y dolor”, se lo interpreta a los gritos, como debe ser). Hasta la más rockera del combo, “Alta suciedad”; aquí los juegos de luces y los solos de las guitarras, hicieron que el show encontrara su clímax.
Los temas más ovacionados, fueron aquellos que son parte del soundtrack argento: la fiestera “Tuyo siempre”, la canción más redonda del mundo, “Flaca”, y la que hace gritar desamores y con la que cerró el setlist oficial “Paloma”.
La zona de bises la poblaron “Estadio Azteca” y “Los Chicos”, ya con algunos remolinos en el campo, porque el clima se puso ventoso, para darle algo más de épica a la despedida. Siete mil personas, dos horas de show, y una lista con pedazos de tracks que celebran el pasado y la actualidad de este salmón inquieto que si siempre nadó contra la corriente, es porque nunca paró de buscar.
La lista completa de Agenda 1999 en Mendoza, de Andrés Calamaro
1- El día de la mujer mundial
2- Para que?
3- Cuando te conocí
4- A los ojos
5- Más duele
6- Te quiero igual
7- Con abuelos
8- Una Bomba
9- All You Need
10- No tan Buenos Aires / Clonazepam
11- No va más
12- Las heridas
13- Los aviones
14- Algún lugar encontraré
15- La parte de adelante
16- Cuando no estás
17- Crímenes perfectos
18- Tuyo siempre
19- Alta suciedad
20- Flaca
21- Paloma
Bis
22- Estadio Azteca
23- Los chicos