Lo que pintaba para una noche divertida en Masterchef empezó con un golpe a la emoción de todos por parte de Antonio. Cuando Wanda, motivada por la decoración festiva, le preguntó al salteño si habían piñatas en su cumpleaños, el joven dio una durísima respuesta.
“No, casi no hacían cumpleaños”. Antonio hizo una pausa y agregó: “Me hicieron uno, me acuerdo, de muy chiquitito. Y me acuerdo que habían de estos que son muy típicos en Salta”. En las redes sociales se hicieron eco de las declaraciones del participante y respondieron con memes.
Como se trataba de una gala alegre, tanto Wanda como el jurado dejó pasar el comentario para concentrarse en la prueba que dejó postales demenciales, como Silvana revolcándose por el piso o Damián Betular pidiéndole a Martitegui que fingiera demencia.
UN DESAFÍO DE LOCOS
El desafío arrancaba con tres piñatas que tenían caramelos muy especiales. Cada juez tenía una piñata y cada una de ellas tenía ingredientes. Los participantes, cual niños en cumpleañitos tenían que agarrar la mayor cantidad de caramelos/ingredientes para asegurarse un plato decente. Claro que mientras más ingredientes, mayor desafío porque tenían que usarlos todos.
Silvana no dudó en dar todo de sí para seguir pasando desafío y terminó revolcada en el piso juntando caramelos. Una postal que fue festejada por todos y hasta quedó la marca del esfuerzo de la cocinera. Una mujer que deja huella.
Hubo participantes que agarraron casi todos los caramelos como si eso fuera un premiazo, pero después se las vieron negras cuando tuvieron que usar cada uno de esos ingredientes. Ese fue el caso de Candelaria. Del otro lado estaba Daniela que después de jactarse de ser la mejor en las piñatas, por su altura, tuvo que conformarse con pocos ingredientes.
Damián y Germán estaban más buenos que nunca y ante el desconcierto de los participantes les dieron prácticamente la receta de lo que tenían que hacer. Después relajaron un poco y se pusieron a jugar con las piñatas mientras los participantes rezaban para poder llegar con algo digno. “En un cumpleañitos” dijo una de las participantes.
UN FINAL CON SORPRESAS Y MEDALLAS MERECIDAS
Al final de la noche hubo sorpresas y dos medallas realmente merecidas. Silvana llegó con su plato frente al jurado y tenía que convencer a Donato con su “guiso de post guerra italiano”, pero en lugar de eso decidió conquistarlo cantando. La cocinera sorprendió a todos al cantar en italiano...y bien. Su plato convenció por sus sabores y estuvo entre los mejores de la noche.
Candelaria y Antonio se llevaron las medallas de oro y plata, respectivamente, con sus platos. Cande porque supo cómo resolver el enigma de presentar tantos sabores e ingredientes en un solo plato con papel de arroz, y Antonio porque resolvió con pocos ingredientes un plato delicioso.