La realeza británica le sigue dando millones a Netflix. Como si fuera poco la controversial “The Crown”, cuya quinta temporada se dio a conocer el 9 de noviembre pasado, ahora se suma una suerte de reality protagonizado nada menos que por el descendiente más desobediente: el príncipe Enrique, duque de Sussex. O simplemente Harry.
La épica de una vida cuya niñez fue álgida, por la trágica muerte de su madre, Diana de Gales, y de un matrimonio que desafió las etiquetas de la familia real, al casarse con una actriz, merecía llevarse al streaming de alguna forma. Y los primeros tres capítulos, dados a conocer hoy jueves en Netflix, dan cuenta de una serie que dirá la verdad y nada más que la verdad. Total, ser excomulgado del palacio de Buckingham nunca fue una preocupación para el hijo más chico de Lady Di.
Uno de los puntos más controvertidos de “Harry & Meghan”, que así se llama el documental, tiene que ver con cómo Harry proyecta en su esposa, hoy duquesa de Sussex, cuestiones que tienen que ver con su madre. Esto, dicen, no ha caído bien en el interior de la Casa Real.
En una parte, Harry asegura que su esposa le recuerda a Lady Di, sobre todo en la forma cariñosa y compasiva que tiene para relacionarse con los demás.
Desde el vamos, la serie es una suerte de homenaje al amor entre ellos, que se animó a derribar barreras sociales, políticas e incluso raciales. Recordemos que la condición de birracial de la bella Meghan fue criticada con repudiables declaraciones que se filtraron en su momento de la familia real.
En el primer episodio se cuenta cómo se conocieron a través de un amigo en común de la red social Instagram y cómo su vida, desde niño, ha sido una contienda con los paparazzis, quienes acosaron a sus padres durante el divorcio, a su madre hasta (literalmente) el momento de su muerte y después a él, quien tuvo una adolescencia algo errática y con algunas sonantes polémicas.
Aquí Harry confiesa algunas de las cosas más íntimas y demoledoras: “En los días de mi madre, era acoso físico, cámaras en tu cara, gente persiguiéndote. Los paparazzi todavía acosan a la gente, pero ahora el acoso existe más en línea”, considera.
Se hilvana así el segundo episodio, que abre en Nueva York en noviembre de 2021, cuando Harry y Meghan suben a un auto mientras su guardaespaldas analiza cómo evitar que los fotógrafos “acampen” a lo largo de la ruta. “Una vez que se publican las fotografías y la historia está al lado, viene el acoso en las redes sociales. Ver a otra mujer a la que amaba pasar por este frenesí de alimentación, eso es difícil”, dice Harry, nuevamente comparando a Meghan con Lady Di.
Nada es casual. Harry también confiesa que, a la hora de enamorarse, evaluó estar con una persona fuerte. “Dispuesta y capaz”, dice, en relación a los retos de vivir con este grado de acoso, la presión protocolar de la familia real y la imposición de vivir la primera etapa del romance en secreto, porque ante todo hay que resguardar la intimidad para evitar los cotilleos en los medios.
Quizás sea excesivo el espacio que se le destina en el documental al acoso de la prensa, pero lo cierto es que todavía faltan varios capítulos, que se darán a conocer el 15 de diciembre.
Es esperable que lo más jugoso se haya reservado para ese último tramo de la miniserie: la mudanza a Estados Unidos y el desarraigo, no siempre en buenos términos, del resto de su familia. Incluso hasta podría mostrarse cómo vivieron el fallecimiento de la matriarca, la reina Isabel II, el pasado 8 de septiembre.
De momento, el Palacio de Buckingham salió rápidamente a decir que “los miembros de la familia real declinaron comentar el contenido de la serie”, dando así por descartado cualquier cruce de versiones o polémica que se pudiera derivar de este documental.
