Shannen Doherty falleció el 13 de julio pasado tras una larga lucha contra el cáncer. La actriz, de 53 años, murió tras una nueva recaída en la enfermedad.
El panorama era bastante complicado ya que Shannen en 2023 la enfermedad se había agravado y había hecho metástasis en los huesos y el cerebro.
Antena a esta situación Shannen había dejado los papeles en orden para facilitar la tarea de su familia y, sobre todo, de su madre.
Antes de despedirse de sus seres amados Shannen dejó en claro que no quería que ciertas personas asistieran a su funeral. Este, podría decirse que fue su último deseo.
“Hay muchas personas que creo que se presentarían y que no quiero allí. En realidad, no les agrado, y tienen sus razones”, sentenció.
Su mejor amigo Chris Cortazzo y albacea de testamento fue la persona encargada de ocuparse de los detalles. “No quiero que la gente llore y que en privado digan: ‘Gracias a Dios, esa perra ya está muerta’”, afirmó con contundencia.
Otras de las preocupaciones que tenía la actriz era el bienestar de su madre. Por esas semanas antes de su muerte comenzó a vender los muebles de su casa.
