Marcelo Bonelli, con emotivas palabras, se despidió de la conducción de Arriba Argentinos (eltrece), marcando el final de 19 años al frente del noticiero.
En un adiós cargado de nostalgia y emoción, Bonelli recordó la trayectoria del programa y destacó la importancia de su paso por el mismo.
“Estoy emocionado y contento”, expresó Bonelli al anunciar su partida en medio del programa. “No voy a conducir más Arriba Argentinos. Ya empecé TN Central. Es un día muy especial. Pensé miles de cosas decir, pero no quiero llorar. Estoy contento porque a lo largo de 19 años todas las mañanas te levantamos, te informamos desde esta pantalla”, compartió el conductor.
Agradeció a su equipo de producción y rememoró los momentos vividos durante su tiempo en el programa. “La vida pasó en 19 años. No me quiero quebrar”, expresó, con lágrimas en los ojos, al recordar a Débora Pérez Volpin, su colega fallecida con quien trabajó.
En una entrevista con TN Show, Bonelli reflexionó sobre su salida: “La despedida la llevo con mucha emoción y también con un poco de nostalgia, pero a la vez con mucha alegría porque creo que Arriba Argentinos es un ciclo exitoso. Fueron 19 años de liderazgo”.
La emoción de Marcelo Bonelli al recordar a Débora Pérez Volpin
Recordó la importancia del programa en la televisión argentina y los momentos vividos con Pérez Volpin: “Arriba Argentinos fue como un hijo para mí, pero bueno, ya tiene 19 años. Así que tengo mucha emoción, muchos nervios, mucha nostalgia y mucha alegría por haber concluido un ciclo muy muy exitoso”.
Bonelli también destacó el impacto positivo que tuvo el programa en la vida cotidiana de la gente: “El día a día de acompañar a la gente en su despertar, antes de que salga de su casa, en el desayuno de los chicos. Tenemos una sección en Arriba Argentinos con las fotos de la gente y yo digo que es el pulmón del programa”.
Entre las experiencias más significativas, rememoró el debut del programa y el aprendizaje junto a Pérez Volpin: “La primera emisión de Arriba Argentinos un 25 de abril del año 2005, donde yo tuve pánico, miedo, y donde aprendí muchísimo de Débora”.
Aunque emocionado por la despedida, Bonelli se mostró agradecido por el cariño y el reconocimiento del público: “Me emociono, por ejemplo, cuando la gente me para en la calle. Me pasó que un obrero me frenó y me dijo ‘Te miraba cada mañana y me acompañaste toda la secundaria’. Eso es algo impagable”.