En un intento por disipar los numerosos rumores que rodean la figura de Kate Middleton desde que se anunció su operación abdominal en enero pasado, los príncipes de Gales han puesto en marcha una campaña para afrontar la creciente especulación y mantener la integridad de la Casa Real británica.
El hermetismo en torno a los detalles de la intervención quirúrgica ha alimentado una serie de teorías sobre la salud de la esposa del príncipe Guillermo, lo que ha llevado a la familia real a tomar medidas para abordar la situación, especialmente tras la reciente controversia generada por la manipulación digital de una fotografía compartida por Kate en sus redes sociales.
El palacio de Kensington, residencia oficial de los duques de Cambridge, está llevando a cabo un proyecto altamente confidencial para planificar el regreso público de la princesa a la vida cotidiana.
Según el periódico británico Mirror, este plan secreto cuenta con la colaboración de expertos en relaciones públicas y crisis, incluyendo dos exfuncionarios del palacio de Buckingham.
Entre los profesionales involucrados en este proyecto se destaca el teniente coronel Tom White, quien se unió al equipo de Kensington en enero y cuenta con experiencia previa en la administración de la desaparecida reina Isabel II.
También se encuentra Ian Patrick, secretario privado de Guillermo, con una trayectoria que incluye trabajos para prominentes figuras políticas.
Cómo trabaja el equipo para el proyecto
Una fuente cercana al caso reveló que el equipo está dedicando esfuerzos incansables para diseñar una estrategia que asegure una vuelta al trabajo exitosa para la princesa, considerando la intensa especulación y los comentarios generados en redes sociales en las últimas semanas.
“El equipo está trabajando día y noche para diseñar el plan de vuelta al trabajo de la princesa de Gales tras semanas de presión. Saben que todo el mundo estará observando tras semanas de intensas especulaciones y comentarios, a menudo muy extravagantes, que han aparecido en las redes sociales”, afirmó la fuente.
Con esta iniciativa, la Casa Real busca gestionar de manera efectiva la situación y brindar claridad sobre el estado de salud de Kate Middleton, en un intento por mantener la confianza del público y preservar la reputación de la familia real británica en un momento crítico.