En una de las visitas más esperadas de esta edición de Gran Hermano, Juliana “Furia” Scaglione regresó a la casa que la vio convertirse en uno de los personajes más polémicos del reality.
En esta ocasión, Furia no llegó con las manos vacías: traía consigo un enigmático cofre cerrado, lo que generó gran expectativa entre los finalistas.
Al ingresar a la casa, Furia se dirigió a los participantes y les mostró el cofre. “Les traje esto”, dijo con una sonrisa. Pero también les lanzó una advertencia intrigante: “No lo pueden abrir hasta que les digan”. Con esas palabras, dejó el cofre a la espera de la orden de Gran Hermano, incrementando la curiosidad entre los finalistas.
El martes por la noche, durante la emisión del programa, Santiago del Moro recordó a los concursantes la presencia del cofre. “Quedó algo por abrir, que es el cofre”, comentó, y preguntó: “¿Quién lo va a abrir?”. Sin dar tiempo a dudas, Isabel se ofreció rápidamente. “La Queen, como siempre”, asintieron sus compañeros.
Isabel, arrodillada frente a la mesita ratona, abrió con cuidado el pequeño cofre blanco y sacó de su interior una llave. Aunque todos supusieron que esa llave abriría alguna valija, Santiago del Moro tenía más instrucciones.
“Metéla de nuevo adentro del cofre, cerralo y llevalo a la estantería para que quede ahí”, indicó el conductor, dejando a los participantes en suspenso.
Qué más dijo Santiago del Moro
“En los próximos días esa valija se va a abrir, pero antes disfruten las próximas 24 horas que les quedan con los chicos para hacer su campaña, a darlo todo. Tienen 24 horas para hacer campaña con sus compañeros. Mañana viene la despedida porque quedan solitos”, añadió Santiago, antes de despedirse del grupo.
A solas con el público, Santiago del Moro prometió más sorpresas. “Mañana voy a entrar yo, mañana abro esa valija. Mañana se van a enterar de muchas cosas”, dijo, invitando a la audiencia a no perderse el desenlace. “Estén todos atentos, yo sé lo que les digo”, recomendó.