“Los 8 Escalones”, el popular programa de preguntas y respuestas, no solo es un espacio de entretenimiento, sino también un rincón donde las personas comparten sus conmovedoras historias de vida.
En la edición de esta noche, uno de los concursantes dejó boquiabierto a Guido Kazcka al revelar su oficio como cartonero.
Fernando, un participante valiente, tomó un momento en el primer escalón del juego para contarle a la audiencia y al carismático conductor su profesión y su estilo de vida. Con humildad, compartió: “Soy cartonero en la zona sur del conurbano, Glew, Guernica, Alejandro Korn”.
Detalló su rutina laboral: “Arranco temprano, a las seis de la mañana generalmente. Depende de cómo se presente el día, puede que el clima no permita trabajar. El premio de tres millones de pesos lo utilizaría para cambiar mi situación económica y para ayudar a familias con autismo que carecen de recursos, además de seguir avanzando”.
La enfermedad del hijo de una participante
Otro de los momentos más emotivos del ciclo, que dejó una pausa en la transmisión del programa del lunes pasado, fue cuando una concursante compartió la enfermedad que afecta a su hijo pequeño. Sus palabras conmovieron profundamente tanto al jurado como a Guido Kazcka.
“Ella nació con el síndrome de Moebius, que le causa parálisis facial. Una cirujana plástica en México descubrió un tratamiento para estimular los nervios de su cara. Sería un verdadero milagro si pudiéramos acceder a ese tratamiento. Tenemos fe y esperanza, que son las últimas que se pierden”, expresó.
Continuó, visiblemente emocionada: “Los médicos me decían que no podría caminar, que no podría alimentarse, que sería como un vegetal. Gracias a Dios, mi hija corre, salta, come de todo, y todo esto gracias a su fortaleza y voluntad. Debemos seguir luchando, porque es posible”.
Estas historias compartidas en “Los 8 Escalones” nos recuerdan la fuerza del espíritu humano y la importancia de la solidaridad y la esperanza.
El programa se ha convertido en un faro de inspiración y un lugar donde las experiencias personales se entrelazan con el entretenimiento, dejando una profunda huella en la audiencia.