El domingo pasado culminó la Fiesta Provincial del Teatro Mendoza 2023, en la cual se eligieron las dos obras que nos representarán en el encuentro nacional.
Bajo el lema “El teatro es Democracia”, el encuentro organizado por el Instituto Nacional del Teatro (INT) Representación Mendoza y el Ministerio de Cultura y Turismo, eligió las dos obras que representarán a la provincia en el encuentro nacional. Se tratan de “La siesta del carnero”, de Sol Gorosterrazú, y “Fuera de este mundo”, de Pablo Longo.
El teatro de sombras y la danza contemporánea entre las elegidas
Un jurado integrado por Marcos Acevedo (Tucumán), en representación del Instituto Nacional del Teatro, Nuria Atencio, en representación del Ministerio de Cultura y Turismo de la provincia y, Cristian Coria, en representación de los elencos participantes, es el que tuvo la tarea de seleccionar, después de ver los quince espectáculos que participaron.
En esta oportunidad, y a diferencia de ediciones anteriores, no se anunció el resultado del certamen al finalizar la programación, sino que el jurado dio su veredicto el lunes en el Teatro Independencia, después de que se completara la instancia de desmontaje de todas las obras.
Por un lado, “La siesta del carnero” fue una de las producciones que ganó. La obra es una creación de Sol Gorosterrazú, que conjuga la danza contemporánea con diversos lenguajes estéticos.
Su composición apela a una mirada cinematográfica de la escena y una perspectiva fotográfica. Propone una experiencia liminal en transformación constante y un ecosistema de fantasía que atraviesa lo animal, lo monstruoso y lo humano. Lo simbólico, lo femenino y el misterio desarrollan esta ceremonia arcana cuya belleza invita a un espacio y tiempo sublime de extrañeza. De carácter surreal, esta obra es una poesía que habita la tensión entre la oscuridad y la luz, entre lo bello y lo ominoso.
La otra ganadora fue “Fuera de este mundo”. Escrita y dirigida por Pablo Longo, la obra de teatro de sombras es un drama que narra la pasividad y escepticismo que dominan el espíritu de un hombre.
Su indiferencia frente a los órdenes de la naturaleza irá construyendo en su destino un paisaje degradado, en el cual ni las amistades, ni el amor, ni la muerte serán de suficiente importancia ya que su angustia existencial todo lo abarca.
Otras menciones al teatro independiente mendocino
Además de las dos piezas que fueron seleccionadas sin orden de mérito, el jurado resolvió elegir como suplentes los siguientes espectáculos: “De la mano de Belgrano”, “Mi amigo Lorca”, “Blasfemia” y “Clasiclown”; en este caso, presentados según orden de mérito.
Y otorgó también las siguientes menciones:
Dramaturgia original: Emanuel Gauna y Matías González (De la mano de Belgrano), y Agustín Díaz (Mi amigo Lorca).
Vestuario: Claudio Dilello y Mirta Giménez (De la mano de Belgrano).
Música original: Fernando Scollo con colaboración de Agustín Barrancos y Martín Robaldo (Los 4 cubos, ¿quién tiene el poder?), Ramiro Sánchez y Nicole Grimberg (Con todo el amor del mundo).
Por la disposición y entrega actoral: María Paula Monty (Blasfemia) y Catalina Romero (Con todo el amor del mundo).
Dirección actoral: Pablo Díaz (La lechera).
Escenografía: Rodolfo Carmona (Con todo el amor del mundo).
Actuación en conjunto: Gabriel Vázquez, Florencia Manino, Mauro Winckler, Giuliana Mattiazzo, Agustín Díaz y Clara Furlán de Paz (Mi amigo Lorca).
Trabajo vocal y poética sonora: Sine con S de sonido.
Música en vivo: Sebastián Millán (¿Qué pasó, qué pasó!), y Paulo Amaya, Franco Galbani y Fernanda Matilla (La lechera).
Entre los argumentos expresados en el acta, el jurado puso de relieve la riqueza de la diversidad escénica de la provincia, “donde prevalecen de manera notoria las dramaturgias propias, una marcada diversificación de los diferentes oficios que convergen en la creación escénica, la convivencia entre diferentes creaciones y trayectorias teatrales”, apunta el texto. Este panorama posiciona a Mendoza como uno de los polos de producción teatral más importantes del país.
Teniendo en cuenta esta realidad, los criterios de selección trascendieron los aspectos técnicos, formales y artísticos de las obras. Junto a la puesta en valor de estos aspectos generales, el jurado puso en consideración, muy especialmente, “la búsqueda de un lenguaje escénico singular que vehiculice una poética teatral propia, el interés por abordar problemáticas que nos atraviesan como sociedad, la reivindicación del poder transformador del hecho teatral en su vínculo con los espectadores, los modos de producción y la importancia de las prácticas escénicas grupales, la visibilización de minorías en los escenarios y en la ficción teatral y la generación de una experiencia teatral ofrecida a la comunidad”, reza el comunicado.