El escándalo que involucra a Wanda Nara, Mauro Icardi y la China Suárez continúa en escalada y suma capítulos cada vez más intensos. Ángel de Brito reveló un nuevo punto de discordia que bautizó como el “acolchadogate”, en referencia al lugar donde se generó un conflicto reciente entre los involucrados.
Durante su programa en LAM (América), de Brito presentó material clave: grabaciones, chats y videos que evidencian la tensión creciente entre los ex. Según expuso, el conflicto comenzó con una llamada de Wanda a sus hijas, quienes estaban bajo el cuidado de Mauro Icardi. Aunque las niñas respondieron, se negaron a activar la cámara del celular. La negativa desató la sospecha de Wanda, quien habría interpretado que las niñas estaban en la casa de la China Suárez, en Chacras de Murray. El periodista Pepe Ochoa aportó detalles que confirmarían esta hipótesis: “Se nota por el acolchado que aparece en el video y el reflejo de la lámpara”.
La discusión se tornó intensa rápidamente entre Wanda y Mauro. Según las grabaciones, Wanda exigía cumplir una orden judicial que estipula que debe comunicarse con sus hijas mediante videollamada, pero Mauro respondió con críticas hacia ella por supuestas ausencias. “Hace seis días que no veo a los chicas, podés prender la cámara. (...) Mauro, cuando vos te vayas a Turquía o todas las veces que vos no estuviste, yo siempre te dejé hablar con las nenas y verlas”, reclamó Wanda en medio de la acalorada conversación.
Por su parte, Mauro defendió su posición y no cedió ante los pedidos de su exesposa. “La hora la decido yo como vos decidís lo que se te canta. La hora la decido yo. No me vas a decir vos a qué hora tienen que hablar o no porque la vida no me la manejas vos y mi teléfono lo uso para trabajar, así que a la hora que estoy libre pueden hablar. Hoy estuve todo el día con el teléfono trabajando. No me vas a imponer la hora”, contestó tajante.