Los participantes de Gran Hermano esta semana tienen que buscar el voto positivo de la gente para continuar en la casa y no hay ritual, chiste o lo que sea, que les venga mal para lograrlo.
En busca de caer bien puertas para afuera, mientras algunos bailan, cantan e inventan romances ante las cámaras, otros como “Furia” Scaglione y El Manzana buscaron su forma para captar la atención de la gente.
Fue así, que a pesar de que tuvieron muchas peleas, los hermanitos se divirtieron en el patio montando para sus compañeros una interpretación libre de “El Padrino”, que se llevó el aplauso de todos los concursantes.
La trama, conducida por Joel vestido de medieval y hablando como español, tuvo como protagonistas a Furia y a Federico vestidos con sombreros negros, camisa, corbata y ropa interior, similares a los usados en la película real.
La escena central se da cuando después de un grito, Furia se levanta y exclama con acento español: “¡Mi única salvación es hablar con el padrino de la casa! Ya no tengo con quien jugar, ya no tengo”. “Los votos los tengo... pero no me sirven. ¿Los tiraría a la basura o sería inteligente y hablaría con el padrino de la casa?”.
Una vez frente al Manzana, la jugadora le pregunta que hacer. “Dímelo hombre, tú lo sabes todo cariño. Yo puedo servirte más adelante, no me dejes morir”, remarcó agarrándolo de la mano para que se una a su alianza.
Él fiel a su estilo, le siguió el juego y exclamó: “¡No te dejaré morir!”, lo que causó la risa de sus compañeros. “Conozco todos los secretos, espero que tengan cuidado que esto acaba de comenzar para algunos... pero para nosotros, que lo venimos viendo, hay que abrir los ojos para los que lo tienen cerrados”, pronunció el cantante tucumano.
“Que se cuiden porque se les va a llenar el c** de preguntas”, remarcó Manzana, mientras sus compañeros pedían un fuerte aplauso. Furia, atónita, cerró la alianza. “¡Pues pisemos caracoles juntos!”.