Hasta ahora, en Got Talent Argentina veníamos bien. Vimos gente que canta, baila, y hasta alguno que arma un cubo Rubik con los pies, pero nadie nos preparó, ni al jurado tampoco, para ver la gracias que tenía para presentar este polémico participante que logró poner nervioso al jurado y dejó a Emir a un paso del vómito.
Jorge Antonio Rodríguez tiene 56 años y se presentó en el escenario de GTA como “el faquir argentino”. “¿Qué venís a hacer hoy?”, le preguntó Emir y el hombre respondió que una “prueba de riesgo”. Después de bromear con cuán arriesgada es Flor Peña y los chiste correspondientes, el hombre no veía la hora de empezar. “Dejalo que empiece, está re manija”, soltó Flor desde su silla.
El primer acto anunciado por Jorge fue pasar una cadenita de la nariz a la boca, así que el hombre procedió a meterse la cadenita por una de sus narinas y mediante movimientos y sonidos guturales, sacarla por su boca. La Joaqui se negaba a mirar y Emir empezó a las arcadas.
No contento con eso, el hombre fue por más. “Un martillo y un clavo” gritó el participante desde el escenario y procedió a clavárselo en la nariz. En ese momento llegaron las primeras dos cruces y gracias al buen gusto del director del programa, el acto no se vio tan en detalles. “Uy me bocharon” se le escucha decir al participante, al advertir las dos cruces.
El hombre trataba de convencer al jurado con más y más pruebas, y la Joaqui pedía por favor que alguien apretara los botones rojos que faltaban. “Un destornillador” decía el participante antes de metérselo en la nariz.
Hacia el final de su acto, la prueba que lo condenó no lo hizo por atrevida, sino por ser casi ridícula. Y es que el hombre intentó pegarse algunos elementos en el cuerpo y no lo logró. Ya a esta altura las cuatro cruces tiñeron de rojo el escenario y el hombre paró con lo que venía haciendo.
“Quedamos todos en una pieza” dijo Flor intentándole dar una devolución al hombre. Abel, sólo atinó a mostrar un ok con su mano, y la Joaqui fue, tal vez, la más honesta. “No quería ser parte de tu autodestrucción”, dijo la jurado. Emir sólo pudo decir “muchas gracias por venir”.