La primera vez que Luciano Gobbi pisó el escenario de Got Talent Argentina, enamoró al jurado con su simpleza y talento. Ahora es cuartos de final quiso subir la apuesta y para tocar el piano se vendó los ojos. No fue su mejor presentación, pero el jurado valoró el verdadero talento del joven mendocino, y con un voto de confianza, pasó a semifinales.
Y es que claro, con tantas disciplinas y tanta espectacularidad alrededor, ¿qué puede hacer uno para mejorar su número? Esto seguramente pasó por la cabeza de Luciano que decidió, esta vez, tocar con los ojos vendados. Para un oído poco entrenado, fue realmente magnífico lo que hizo, pero Flor y Abel Pintos no estuvieron tan de acuerdo.
Fascinados con el don de Luciano, los más grandes del jurado, fueron los más críticos con el mendocino, porque justamente son los que más lo admiran. Incluso, Florencia Peña lloró al momento de darle su primera devolución, y Abel Pintos quedó admirado con la dedicación al estudio que Luciano contó.
Pero ahora no quedaron cautivados. Ambos jurados coincidieron en que no le hace falta nada a Luciano para brillar, que no tiene que buscar otros recursos para maravillar a nadie, que sólo él con su instrumento ya es un montón. Abel Pintos fue la voz de la “docencia” y, como músico y productor musical, le aconsejó al mendocino que se calme, disfrute y le de a cada nota el tiempo y lugar que se merece.
Cuando Lizy anunció que era él quien pasaba de etapa, Luciano dejó salir toda la emoción que tenía contenida. Estaba realmente muy conmovido y agradecido con el jurado. Florencia, una vez más tomó la palabra y le dijo que para la próxima esperaban lo mejor de él, que la conexión con el instrumento es tan fuerte que no necesita demostrar nada, sólo mostrarse tal cual es.
La Joaqui, por su parte, le aconsejó elegir un repertorio que le guste, le de confianza y disfrute. Abel Pintos siguió muy duro con el joven. Le pidió que valorase esta cuota de confianza y que trabaje por su confianza. “Vos ya estudiaste, ahora tenés que dar el examen”, le dijo el jurado al mendocino.
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