Desde el estreno de la primera temporada de “El Encargado”, la producción nacional de la plataforma Star+, protagonizada por Guillermo Francella, tuvo un éxito rotundo y una aceptación del público.
Claro que el lanzamiento de la segunda entrega de la serie generó mucha expectativa y logró un hito impensado en muy poco tiempo. En solo cuatro días de su estreno, la segunda temporada de “El encargado” se posicionó como el debut más visto de un contenido de Star+ desde su lanzamiento en Argentina y la producción latinoamericana más vista considerando tanto Star+ como Disney+.
Una segunda temporada acertada y cargada de sarcásmo
La producción nacional para la plataforma cuenta con la dirección de Mariano Cohn, Gastón Duprat, Jerónimo Carranza, Diego Bliffeld y Emanuel Diez. Y con un destacado elenco comandado por Francella, la serie logró cautivar al público, con una historia que une humor, intriga y diálogos cargados de sarcásmo y una mirada crítica social.
“El encargado” narra las vicisitudes de Eliseo (Guillermo Francella), quien es el encargado de un edificio que, a espaldas del consorcio que lo emplea, hace uso y abuso de su poder de vigilancia e intromisión.
El edificio es un universo con una dinámica y normas específicas, y él las conoce todas a la perfección. Allí vive, trabaja y absorbe hasta el último detalle de la vida de sus habitantes. Sin embargo, debajo de su apariencia servicial y obsecuente oculta un talento para manipularlos.
En esta segunda temporada, que cuenta con siete capítulos de unos 30 minutos de duración, escritos por Mariano Cohn, Gastón Duprat y Emanuel Diez, tiene nuevamente como protagonista a Eliseo continúa trabajando en el edificio y viviendo en el departamento que le alquila la administración. Allí rehízo su búnker de operaciones con cámaras ocultas en distintos lugares del edificio.
En contraposición, Zambrano (Gabriel Goity) se encuentra hecho un paria: abandonado por su mujer, vive solo en su departamento, en un estado de dejadez. Pero toda esta paz se ve amenazada cuando se muda al edificio Lucila Morris (María Abadi), una reconocida titular de una ONG solidaria que llega dispuesta a sanear las cuentas del edificio y a reemplazar la figura del presidente del consorcio por un Consejo de propietarios.
Eliseo se siente amenazado ante la posibilidad de que Morris se entere de los arreglos que tiene con los distintos proveedores y, para su sorpresa, descubre que Zambrano también tiene sus propios negocios oscuros en el edificio. A pesar de que se detestan profundamente, Eliseo y Zambrano se verán obligados a unirse para combatir a esta nueva enemiga peligrosa.
En solo cuatro días desde su estreno, la segunda temporada de la ficción se convirtió en la producción argentina más vista de la plataforma.