La participación de Rosina en Gran Hermano generó debates y cuestionamientos entre los seguidores del reality, quienes se preguntaban si su comportamiento era genuino o una actuación calculada.
Este interrogante se intensificó con el cambio repentino en su tono de voz, lo que desconcertó a muchos espectadores.
Durante el análisis del desempeño de Rosina en el programa, Laura Ubfal señaló un aspecto clave que podría haber influenciado en su salida.
“Como bien leyeron Manzana y Virginia, cuando vos caíste en placa por sanción, te pasó lo mismo que a Luchi. Porque a vos nunca te votó la casa o fueron pocas veces. Entonces, dijeron ‘es el momento’”, explicó la panelista, destacando la percepción de la casa sobre la participante.
Además, Ubfal hizo referencia a las características personales de Rosina, sugiriendo que su comportamiento desconcertaba a los demás concursantes.
“Hay cosas que tienen que ver con vos... es tu personalidad, vos desconcertabas. Se hace la nena, tiene 30 años, ¿por qué se hace la nena? Acá tenés otra voz”, añadió, señalando un cambio perceptible en su actitud.
La auténtica respuesta de Rosina
En respuesta a estas observaciones, Rosina defendió su autenticidad: “Yo soy así, como me mostré en la casa, es como soy. Con todas mis facetas, alegre, feliz, loca, triste”. Reiteró que nunca pretendió ser alguien que no era, enfatizando en su sinceridad durante su participación en el programa.
Por otro lado, Sol Pérez también reflexionó sobre cómo la llegada de nuevos participantes impactó en su estado emocional.
“Yo la verdad que sentí que cuando entraron los participantes nuevos, me desestabilizaron un montón. Me desnorteó, los primeros días estuve así y capaz ahí me costó remontarla, pero bueno, salí como pude”, compartió la uruguaya, revelando las dificultades que enfrentó en el juego.
En última instancia, Rosina reiteró su postura frente a las críticas sobre su personalidad: “Yo sé que en la casa me juzgaron por mi personalidad, por cómo soy, si soy tonta, si me hago, niña, yo soy así, como me ves. Nunca fingí”.