Katy Perry dedicó un emotivo momento a su hija Daisy Dove durante su última presentación en Las Vegas, como parte de su residencia musical denominada Play.
Ocurre que la pequeña de tres años se mostró en pantalla durante un segmento del espectáculo del sábado por la noche, siendo la primera vez que esto ocurre. Perry, de 39 años, dedicó un momento especial a su hija, a la que dio la bienvenida en agosto de 2020 junto al actor Orlando Bloom.
Mientras la artista se preparaba para interpretar su sencillo de 2008, Hot n Cold, se dirigió hacia la locación de Daisy, proclamándole su amor. La niña, que fue vestida con un disfraz de Minnie Mouse se llevó de inmediato todas las cámaras.
A lo largo del evento, Katy Perry agradeció a todos los que contribuyeron a su show, incluyendo a su pequeña. La artista compartió unas palabras para Orlando Bloom, al que describió como un “sistema de soporte increíble” y un “padre increíble”.
La relación de la nacida en Santa Bárbara con su hija se convirtió en un componente integral de su show en Las Vegas. “Ella me hizo entera, me curó y me mostró cómo jugar de nuevo”, compartió.
Además, Katy Perry resaltó que su espectáculo está pensado para “el niño interior de cada uno y la esperanza que tal vez si todos pudiéramos ver la vida a través de los ojos de un niño, seríamos libres”.
De esta manera, los fans fueron testigos de momentos inolvidables durante la actuación de Katy Perry. Capturaron imágenes de Orlando Bloom y Daisy disfrutando del espectáculo desde el público, al ritmo de la canción Chained to the Rhythm.
El nacimiento de la hija de Katy Perry
La intérprete reveló su embarazo en el vídeo musical de su canción “Never Worn White”, que fue lanzada el 5 de marzo de 2020. Tras el nacimiento de Daisy, Perry y Bloom compartieron la noticia con el mundo a través de UNICEF, presentando una imagen en blanco y negro de ellos sosteniendo la mano de su hija.
“Sabemos que somos los afortunados y que no todo el mundo puede tener una experiencia de parto tan tranquila como fue la nuestra. En comunidades de todo el mundo sigue habiendo escasez de personal sanitario y cada once segundos muere una embarazada o un recién nacido, la mayoría por causas evitables”, explicó la pareja.