Un mes le llevó a Andrea Lázaro poderse convertir en una de las jugadoras más sólidas de la nueva temporada de Gran Hermano. Sin embargo, lo que no lograron sus compañeros, lo pudo su salud: sacarla del juego.
Si bien no fue tan grave como pensaba, volvió la pesadilla que le detectaron poco tiempo después de dar a luz a su hijo. Una mala práxis, un drama que no encontraba solución y la angustia de los dos días en coma que marcaron su vida.
Pasaron casi dos décadas desde entonces y hoy Andrea, de 42 años, se considera una guerrera. Un poco por su imponente aspecto físico, cultivado con horas y horas de ejercicio. Pero también por sobreponerse a los golpes de la vida y a las críticas que la persiguen hasta la actualidad.
Sobre su salida temprana de GH, la profesora de gimnasia le dijo a Teleshow: “Yo sentía que me iban a sacar con ambulancia y por eso tomé la decisión. ”Me jugó en contra, más allá del dolor, también la cabeza, la psiquis”.
En otro momento de la misma entrevista, Andrea contó que por falta de recursos vendió contenido en una famosa plataforma de la web. “Lo hice durante un mes, me arrepentí después y no lo hice más. Soy cristiana y sentí que lo que estaba haciendo no estaba bien. Hoy siento lo mismo y dejé de hacerlo.”
El motivo que la llevó a esto fue financiero y si bien logró quedar bien posicionada, nunca más acudió a esta opción: “No era para nada jugado, pero era algo cómodo. Tenía que pagar una tarjeta de crédito y la pude pagar.”