El festejo de cumpleaños de Wanda Nara sigue en medio de la polémica. La empresaria celebró sus 38 años en su casa del country Santa Bárbara, lugar de donde fue desalojado recientemente su exesposo, Mauro Icardi. La fiesta incluyó shows de L-Gante, su actual pareja, y Karina La Princesita, además de una destacada lista de invitados.
Sin embargo, los vecinos del barrio no compartieron el entusiasmo, donde denunciaron ruidos molestos y actividad hasta las 4 de la madrugada, lo que infringe el reglamento del consorcio, que permite eventos solo hasta las 0:30 en días hábiles. Esto podría acarrearle a Nara una multa de medio millón de pesos, una suma insignificante para su economía.
El equipo legal de Icardi, conformado por Elba Marcovecchio, Lara Piro y Guadalupe Guerrero, criticó duramente el evento, haciendo énfasis en las implicancias sobre las hijas de Nara y el futbolista. “La señora Wanda Nara puede hacer lo que quiera en su vida privada, pero su libertinaje tiene como límite la salud psicológica de las nenas”, declaró Piro. Calificó como “inmoral y obsceno” que las menores fueran expuestas a demostraciones amorosas y juegos eróticos con L-Gante, considerando inapropiado que no hayan tenido tiempo de procesar la separación de sus padres antes de convivir con la nueva pareja de su madre.
Además, la defensa de Icardi argumentó que el evento evidencia el supuesto abuso del sistema judicial por parte de Nara. Según el equipo legal, la empresaria habría interpuesto una falsa denuncia por amenazas para excluir al futbolista de la propiedad y organizar su fiesta de cumpleaños. Este litigio se suma a la denuncia presentada contra Nara por estafa procesal, ya que habría declarado residencias distintas ante diferentes jueces para obtener resoluciones favorables.
El incidente del desalojo del pasado 30 de noviembre marcó un punto crítico en esta disputa. Icardi fue obligado a abandonar la propiedad bajo la supervisión de autoridades judiciales, quienes inspeccionaron el domicilio sin encontrar armas ni elementos peligrosos. Por su parte, las representantes legales del delantero señalaron que las acciones de Nara banalizan la violencia de género, perjudicando la credibilidad de quienes realmente sufren estos delitos.
