En la antesala de la Copa América, la Selección Argentina busca un respiro de las presiones, y Lionel Messi decidió compartir detalles íntimos de su vida personal, específicamente su historia de amor con Antonela Roccuzzo.
El capitán albiceleste reveló cómo conquistó a su esposa y madre de sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro, desbordando de emoción en el proceso.
Messi comenzó confesando que en su juventud era “bastante celoso”. “Ahora no. Antes sí, cuando era más joven. Tuve mi época, pero hace un tiempo ya que no. Era bastante celoso cuando era pibe, cuando estábamos de novios, al principio. Después ya no”, admitió el capitán argentino.
El romance entre Messi y Antonela comenzó gracias a su amistad con el primo de ella. “Iba a su casa y ahí la conocí, desde muy chiquitos. Siempre me gustó. En esa época se llamaba ‘amigovios’”, recordó Messi, evocando sus primeras interacciones con la que se convertiría en su esposa.
Cuando Messi se mudó a España a los 13 años, la distancia hizo que perdieran el contacto. “La comunicación era mucho más difícil que ahora. Era a través de cartas, mails o alguna llamada por teléfono fijo, que eran caras las internacionales. Entonces nos dejamos de hablar, nos distanciamos mucho”, explicó.
Sin embargo, el destino los reunió nuevamente cuando Messi tenía 16 o 17 años. “Hasta que a los 16 ó 17 años nos volvimos a encontrar, la comunicación era mucho más fácil con el messenger, chateábamos por ahí”, detalló Messi. A los 19 o 20 años, retomaron su relación, convirtiéndose oficialmente en novios.
“Nos fuimos acercando otra vez, no habíamos perdido ese sentimiento que teníamos desde chicos, no había cambiado nada”, finalizó sobre su romance que sigue vigente.
La dificultad del nuevo idioma en la vida de Lionel Messi
En una entrevista con “Dispuestos a todo”, Messi también habló sobre su manejo del inglés, un desafío que enfrenta en su vida en Estados Unidos con el Inter de Miami.
“La verdad que entiendo todo o casi todo. De a poquito me voy largando a hablar. Creo que es eso, el soltarme y animarme a hablarlo”, explicó Messi, reconociendo que la vergüenza lo frena a veces, pero que está mejorando.