Estar lejos de casa y siendo muy joven sin dudas es difícil. Marcos Ginocchio, con 22 años, vive uno de los momentos más importantes de su vida después de consagrarse en la última edición de Gran Hermano, el reality que regresó a las pantallas argentinas y rompió todos los récords.
El Primo, como se lo llamó dentro de la casa más famosa del país, logra hacerse espacios en su agenda para regresar a su Salta natal constantemente. Ahí tiene a sus amigos, familiares y a Morita, la perrita que adoptó siendo parte del programa que conducía Santiago Del Moro.
Recientemente, apenas aterrizó su vuelo nocturno, Marcos fue corriendo a ver a su mascota, que sin dudas es su debilidad. Actualmente, la cachorrita está al cuidado de Carola Moraiz, su mamá, que vive en San Lorenzo.
La realidad es que Marcos no puede llevarla porque viaja mucho al interior para hacer presencias en boliches y cuando está en Buenos Aires en su departamento, siempre tiene actividades que le implican trasladarse de un lugar a otro. Además, en caso de poder, tendría que dejarla sola largas horas y no es lo que quiere.
El encuentro de Marcos Ginocchio y su madre
Hace algunas horas, a través de su cuenta personal de Instagram, Marcos Ginocchio subió una storie donde refleja que tuvo un encuentro con su madre, que además de ser quien cuida a Mora, es una de sus personas más queridas, no así la de sus hermanos tras el divorcio con su padre.
En la postal, que el Twitter oficial de LAM nombró como “El primo y la madre prima”, el ganador de Gran Hermano y Carola están al aire libre disfrutando de un abundante desayuno en Salta.
Lo más llamativo fue la similitud de ambos. La madre de Marcos tiene sus mismos ojos y facciones, como si se tratara de una versión mujer del joven estudiante de abogacía.