La gala de este miércoles de Masterchef estuvo marcada por los pecados capitales. Cada participante tenían que plasmar en su plato el concepto del pecado, con un desafío extra. El ingrediente elegido para esta prueba era nada más y nada menos que pescado.
El jurado tenía preparada una prueba muy especial para este “miércoles de beneficio” en el que cocinaban los mejores cocineros de la semana. Con el juego de palabras entre pescado y pecado, los participantes tuvieron que poner toda su creatividad a trabajar.
Lo que más llamó la atención fue la reacción de Antonio al recibir su pecado. Al joven le tocó la soberbia, palabra que no estaba en el vocabulario del salteño y tuvo que pedirle a otro participante que le explicara su siginificado.
A Aquiles le tocó la envidia y fiel al estilo confiado del participante, fue por todo y preparó un pez limón a la sal, una versión renovada de un plato que preparó Martitegui en otra edición del reality.
Cuando fue su turno de pasar al frente, intentó justificar su plato por ahí, que con el éxito obtenido recreando un plato de Martitegui podría generar la envidia de sus compañeros. Pero no. Todo quedó trunco cuando los jurados destrozaron su concepto.
A la hora de evaluar los sabores, Martitegui, Betular y Donato, coincidieron en que estaba bien, pero a la hora del emplatado, estaba todo mal.
Mala elección de paleta de colores, mala elección de corte de las papas. De envidia, cero. Tras su evaluación, el joven profesó un rosario de puteadas para el pez limón, una opción de pescado que no va a volver a elegir, seguramente.
LA MANO DE WANDA NARA, CÁBALA DE UN PARTICIPANTE
Durante las devoluciones, Wanda Nara reveló el secreto de uno de los participantes. Y es que Rodrigo, está obsesionado con tocar la mano de la conductora porque cree que esto le trae buena suerte. A diferencia de otro de los cocineros que llegó a tildar a Wanda de mufa.
Al parecer, la cábala le estaría funcionando porque con su pescado y pecado tuvo una excelente devolución, lo que lo llevó a ganarse el pin dorado, mientras que Antonio, el segundo mejor plato de la noche, se quedó con el pin plateado.