Donato de Santis no gana para disgustos en Masterchef y este martes a la noche, no fue la excepción. Resulta que cuando se acercó a la estación de Silvana y ella le comentó lo que tenía pensado hacer con el hígado que le tocó como ingrediente, el chef italiano empezó a gritar de manera frenética y desesperada dejando muy en claro que se oponía a la crueldad con la que la cocinera amateur iba a maltratar su plato.
Con cierta exageración, Donato se puso a gritar en medio del estudio. La cocinera entendió que su plan no era la mejor opción para su preparación y trató de seguir las indicaciones del jurado, pero con tanta información le fue casi imposible.
Pese a que tenía el pin plateado y Silvana podía elegir con qué color de ingredientes iba a cocinar, la cocinera amateur decidicó quedarse con el morado que tenía y seguir adelante. Al final de la noche, su decisión le jugó en contra y fue, casi por unanimidad, el peor plato de la noche.
De esta manera, la participante quedó junto con Juan Francisco fuera del balcón y con el delantal gris, listos para enfrentarse a la gala de última oportunidad, el próximo jueves.
LA BATALLA DE LOS COLORES
Este martes, los participantes tuvieron un desafío que a simple vista parecía sencillo, pero era sumamente complicado. Cada participante recibió una caja con ingredientes un tanto particulares. Todo los ingredientes eran del mismo color. Así fue que a Rodolfo le tocó el verde, a Silvana el morado, a Daniela el amarillo y a Juan Francisco el rojo.
El gran ganador de la noche fue Rodolfo que con su “quiche” de masa de matcha y su ensalada de verdes con repollitos de bruselas, enamoró al jurado. La alegría del cocinero se disipó con las intervenciones de Juan Francisco y se fue, no enojado, picante.