Noche difícil la de este domingo en la que un mano a mano durísimo entre Candelaria y Aquiles, dejó a la penitenciaria afuera del certamen, sin la posibilidad de ganar los 10 millones de pesos. Sus compañeros quedaron profundamente dolidos, y con Wanda Nara incluida, el estudio fue un mar de lágrimas.
Este domingo se vivió una gala muy particular. Al no emitirse el programa del jueves, la gala de “ultima oportunidad” se realizó antes del desafío de eliminación. Candelaria, Rodrigo, Juan Francisco, Aquiles y Daniela se jugaban todo por el todo para poder subir al balcón. Estefanía, ya con su delantal negro, esperaba la definición de quiénes cocinarían con ella. Juan Francisco, con su tortilla llena de queso, conquistó al jurado y logró quedarse una semana más.
CÓMO FUE EL DESAFÍO DE ELIMINACIÓN
Luego de confirmar a los participantes con delantal negro, el jurado dio la consigna de la noche. En esta oportunidad, los competidores tuvieron que elegir tres tubérculos. El desafío consistía en prepara que incluyera los tubérculos elegidos en tres cocciones distintas: hervido, frito y horneado.
Al enfrentarse a las canastas con tubérculos, muchos mostraron su cara de incertidumbre al no conocer muchos de ellos. “Todo se puede freír”, indicó Germán Martitegui al ver el desconcierto de los participantes, especialmente por parte de Estefanía Herlein.
ÑOQUIS DE REMOLACHA, LA CONDENA DE CANDELARIA
Candelaria decidió hacer ñoquis de remolacha (hervido), con zanahoria horneada y boniato frito, que buscaba reemplazar el queso rallado. El plato no convenció al jurado que encontró la pasta dura, la salsa casi sin preparado y la zanahoria casi inexistente.
A la hora de despedirla, Donato tuvo una sorpresiva intervención que emocionó a la participante, nombrando a la hija de la menor y refriéndose a cuán orgullosa está de su mamá.