Este domingo en Masterchef se vivió una gala única. El jurado, más severo que nunca, pidió elegancia y sofisticación para un plato digno del mejor restaurante del mundo. Y más afilados que nunca, los participantes respondieron con lo mejor que tenían. Con todos platos de excelencia, al jurado se le complicó tomar una decisión y, al final de la noche, nadie fue eliminado del certamen.
El desafío no era nada fácil. Todo empezó con una masterclass de Donato para pelar un rack de cordero, y los participantes, con esa enseñanza, tenían que preparar la carne con una guarnición y una salsa. Sin mucho preámbulo, los cocineros pusieron manos a la obra y empezaron a cocinar, alguno con más ideas que otros.
Damián Betular arrancó con su recorrida por las estaciones y empezó mal. Cuando llegó hasta donde estaba Silvana, la participante le contó qué iba a preparar y en la parte de la vinagreta con anchoas, al jurado casi le da algo. Su cara de “lo que vas a hacer es un desastre” fue más que evidente y la participante optó por no avanzar con su idea. Eso sí, Damián se quedó con el libro de refranes de la cocinera.
El otro que tuvo algunos problemas en su recorrida, fue Germán Martitegui, que ya dejó en claro que no tiene nada de piel con Aquiles. En medio de su explicación, Germán lo cortó en seco porque le molestaban su ademanes, cosas que pasan cuando no te bancas a alguien, te molesta hasta que respire. El jurado le dio algunas indicaciones y le cambió algunas ideas.
Devoluciones de lujo
A la hora de las devoluciones, el jurado estaba extasiado. Un plato mejor que el otro y la consigna de perfección y excelencia estaba más que cumplida. El más elogiado, tal vez, fue Antonio, quien en medio de la preparación confesó que le robó las costillas a la cabra de la abuela para practicar por si le tocaba el desafío. Dicen que la práctica hace al maestro y Antonio recibió una devolución de lujo por su plato.
El otro que recibió muy buena devolución fue Aquiles. El jurado hizo un llamado a la paz y elogiaron aspecto de su preparación. Pero la sorpresa llegó con la devolución de Silvana. Ante el extraño panorama de ingredientes y sabores, el jurado esperaba lo peor y la cocinera los sorprendió con un gran plato.
Por todo esto, al jurado se le hizo muy difícil decidir quién se iba. Con cierta malicia, esperaron hasta el final y cuando quedaron Silvana y Daniela, decidieron anunciar que ésta última estaba salvada, y cuando la “eliminada” se estaba despidiendo, le avisaron que ella también pasaba a la próxima semana.
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