Masterchef transita su última semana y este martes se definía el primer finalista del certamen. Después de un desafío cargado de emoción y en el que tenían que reversionar el plato con el que entraron, el jurado eligió a Rodolfo como el primer finalista con una preparación clásica del mexicano que demostró la evolución del cocinero amateur, una sopa de anchoas.
Ya con su chaqueta en la mano, Rodolfo le dedicó este triunfo a su madre que le transmitió el amor por la cocina, pero tuvo una mención especial para Teresa, la cocinera de su casa. Muy conmovido, Rudy reveló que esta señora fue su gran maestra y con quien, cuando él volvía de la escuela, se ponía a cocinar. El participante recordó cómo ella lo ponía a enmantecar moldes o picar cebolla, cualquier cosa que justificara su presencia en la cocina y lo ayudara a encontrar su pasión.
El pasado y el presente, unidos por una carta
La noche arrancó con un nudito en la garganta. El jurado les presentó las chaquetas a los participantes y Rodrigo no pudo contener su emoción. Tantos meses separados de sus seres queridos, trabajando por un sueño y tenerlo ahí, tan cerca, era realmente conmovedor.
Después vino el gran golpe bajo, y es que debajo de las campanas había una carta para los participantes. ¿De los familiares, de algún amor, de sus amigos? No. La carta era de ellos mismos. De una versión del pasado a su versión del presente. A cada uno se le marcó sus rasgos más fuertes. La carta de Rodrigo señalaba que él entró siendo un bioquímico que cocinaba, y ahora es un cocinero que además es bioquímico.
La carta de Rodolfo destacaba que después de haber traído los sabores de toda su familia, él empezaba a escribir su propia historia y encontrar sus sabores. De las cocinas de Masterchef sale un nuevo Rudy. En el caso de Estefanía, su carta hacía referencia a la autenticidad de la participante y a no perder su esencia, pese a las críticas y el “hate” que recibió en las redes sociales.
Pero había algo más junto a las cartas. Los participantes se encontraron con los ingredientes principales de los platos con los que entraron al reality. Con muchos meses de entrenamiento, prueba y error, y, por supuesto, evolución, los semifinalistas tenían que reversionar aquel plato con los conocimientos adquiridos.
Estefi, con un montón de beneficios, no alcanzó a convencer al jurado y en el próximo programa deberá enfrentarse a Rodrigo para conseguir su lugar en la final.