Este miércoles, Rodolfo volvió a ser el protagonista, pero no por la excelencia de sus platos, sino porque se cruzó feo con sus compañeros. El mexicano se adueñó del abatidor y no dejaba que nadie usara el que estaba usando él. Con solo dos de estos equipos de cocina, María Sol también lo necesitaba y ante el grito de Rodolfo, ella redobló la apuesta, le hizo frente y le soltó un furioso “no me rompas las pelotas”.
Lo cierto es que no fue una noche fácil y los participantes vivieron todo el desafío con los nervios a flor de piel. El jurado los recibió con cajas sorpresas en algunas estaciones. Los participantes decidían si optaban por elegir los ingredientes en 2 minutos de mercado o someterse al desafío misterioso de la caja.
Estefanía, Rodolfo, María Sol y Silvana fueron los arriesgados que le hicieron frente a la caja, que debajo tenía los ingredientes para un plato dulce. El resto, Antonio, Rodrigo, Daniela y Aquiles, fueron por un plato salado, con los ingredientes que el mercado les dejaba sacar, porque tampoco se la iban a hacer tan fácil. Había heladeras precintadas e ingredientes vedados.
La pelea eterna por el abatidor
En gastronomía existen diferentes elementos, utensilios y equipos tecnológicos que colaboran con la tarea del cocinero. El abatidor es uno de estos. ¿Qué es el abatidor? Es la evolución del freezer. Una máquina que baja la temperatura de las preparaciones en pocos minutos. En repostería es clave y más si es una competencia por tiempo.
Por esto, los que estaba con platos dulces corrían contra el tiempo y el abatidor era su aliado. Rodolfo se tomó esto tan a pecho que no dejaba que nadie metiera sus preparaciones en el mismo abatidor que estaba usando él. Primero le gritó a Aquiles y después osó hacer lo mismo con María Sol, quien no fue tan contemplativa, no le hizo caso y encima, lo insultó.
Al final, claramente no fue la noche de Rodolfo, porque su preparación no estuvo a la altura del certamen. A tal punto, que Damián Betular no se animó a probar su “cheesecake” por miedo a que la crema líquida y, según él, cortada le cayera mal.