El jugueteo entre Wanda Nara y Juan Francisco en Masterchef va tomando cada vez más consistencia, por usar un término gastronómico. A la conductora se le está haciendo muy difícil esconder ciertas emociones y cada vez que lo tiene enfrente, se convierte en una adolescente que busca cualquier excusa para llamar su atención.
Y lo que pasó en la gala de este martes, ya es un montón. Wanda se acercó a la estación y sin mediar casi palabra le prepuso jugar a encontrar cosas rojas en el estudio, un poco llevada por el desafío de la noche. El participante se dispuso a empezar el juego, pero ella lo interrumpió porque era su turno. “Ah, ¿es uno y uno?” preguntó el joven guardavidas. “¿Jugás solo vos?”, le lanzó la conductora. En las entrevistas de backstage, Juan Francisco fue más picante. “¿A qué querés jugar Wanda?, le preguntó a la cámara.
Mientras el juego seguía, algunos participantes miraban la escena sin poder creer lo que veían. Estaban a minutos de entregar el plato y a Wanda se le ocurrió jugar en medio de la competencia. “Ay Wanda, es tremenda esta mujer” se le escucha decir a Rodolfo por lo bajo. Daniela, por su parte, rogaba que la conductora no fuera a su estación.
Juan Francisco le siguió la corriente un rato a Wanda, pero terminó por dejarse ganar para seguir cocinando. Pero no iba a ser todo tan fácil para el cocinero amateur. Wanda tenía una prenda para él.
“Tenés que hacer un corazón con tu masa” le dijo la conductora mientras él se reía nervioso. “Bueno, te lo hago yo” lanzó Wanda e inmediatamente agarró el cuchillo más grande que había sobre la mesa. Ella hizo el corazón en la masa que el cocinero tenía lista para hacer sus empanadas, y no contenta con eso, escribió su nombre adentro. Compararla con Glen Close en “Atracción Fatal” es muchísimo, pero...la imagen de Wanda con el cuchillo en la mano y marcando el corazón de Juan Francisco, fue impactante.
EL JUEGO DE LOS COLORES
El desafío de este martes puso en jaque a los participantes. Cada uno recibió una caja que debajo tenía los ingredientes que tenían que usar los cocinero, pero con una particularidad, todos los ingredientes eran del mismo color. A Rodolfo le tocó el verde, a Silvana el morado, a Daniela el amarillo y a Juan Francisco el rojo, el color de la pasión. Tal vez por eso Wanda se sintió más que atraída por la mesada del cocinero.
Pese a tener la medalla plateada y poder cambiar de ingredientes, Silvana se quedó con su caja, algo que terminó por complicarle la noche y la dejó con el delantal gris en la mano.